El ex policía Michel Domínguez pide un sueldo de medio millón al mes por haberse 'arrepentido'
JULIO M. LÁZARO, El ex-policía arrepentido Michel Domínguez Martínez, condenado junto con el ex-subcomisario José Amedo a 108 años de cárcel por seis delitos de asesinato frustrado y procesado por el secuestro de Segundo Marey, ha pedido en un escrito dirigido al juez Baltasar Garzón que se le provea de 500.000 pesetas al mes para cubrir sus "necesidades mínimas" dada su condición de "colaborador con la justicia". El ex policía se queja de que sólo cuenta con un sueldo fijo más comisiones, pero que éstas decrecen porque "ahuyenta a los clientes debido a la inseguridad que transmite".
El escrito, redactado por Jorge Manrique, abogado de Domínguez, fue dirigido al juez Baltasar Garzón el pasado 1 de septiembre, aunque deberá ser resuelto por él instructor de la Sala Segunda del Tribunal Supremo Eduardo Moner, que se ha hecho cargo de la causa en su integridad. El arrepentido invoca en su favor "la más elemental lógica", además de la Ley de Protección de Testigos.Michel Domínguez señala que, además de figurar como imputado en el caso GAL debido a que él mismo reveló al juez Garzón los hechos por los que está encausado, es testigo en el sumario, por lo que, en su opinión, tiene derecho a ser protegido y a que se le cubran las necesidades mínimas".
Según el escrito del ex policía, la relación textual de los gastos mensuales a los que tiene que hacer frente comprende: "Alquiler de la vivienda en la que reside: 140.000 pesetas; gastos de mantenimiento de la mencionada vivienda (agua, luz, calefacción, teléfono, etcétera): 60.000 pesetas; colegios de los niños (que no han podido acceder a colegios públicos al no estar su familia empadronada por motivos de seguridad), dos colegios a 50.000 pesetas cada uno: 100.000 pesetas; alimentación, vestimenta y los propios de la vida cotidiana: 250.000 pesetas". Y añade Domínguez: "Todo ello podría ser cubierto con una cantidad aproximada de 450.000 a 500.000 pesetas".
Ahuyenta a los clientes
El escrito describe con tintes melodramáticos la situación económica del ex policía, que debido a su actitud de colaboración ha sufrido "una serie de trastornos que le hacen imposible disponer de un puesto de trabajo debidamente remunerado, como es el caso del que dispone en la actualidad.
En su actual ocupación en una agencia de seguros "se le paga un sueldo fijo, siendo el grueso de las retribuciones las comisiones por la cartera de clientes que va consiguiendo". Pero Michel Domínguez se queja de que le es imposible seguir manteniendo este sobresueldo, "ya que es muy difícil en su caso compaginar la protección con su actividad laboral, pues dondequiera que va, por así decirlo, ahuyenta a los potenciales clientes debido a la inseguridad que transinite". Sus actuales ingresos netos se limitan a 75.364 pesetas según su propia manifestación.
El ex policía justifica su petición en "la amplia colaboración que ha prestado a la justicia, poniendo en peligro su integridad fisica", lo que se demuestra, a su entender, en el permiso extraordinario que a petición de Baltasar Garzón le concedió la juez de vigilancia penitenciaria María del Prado Torrecilla para no tener que pernoctar en la cárcel Victoria Kent, de Madrid, y en las medidas de seguridad sobre su persona.
En apoyo de su petición, el ex funcionario afirma que Garzón dictó una resolución en la que decidió que Justicia e Interior le proveyese de "los medios necesarios de protección y escolta móvil y estática, así como la manutención y prestaciones necesarias que se le produzcan por la situación de vigilancia y protección permanente que se adopta respecto de aquéllos".
Tal como recoge el escrito de Domínguez, en el de Garzón no queda claro si "la manutención" se refiere a la de los policías de escolta o a la del arrepentido, aunque éste sostiene que es la suya. Domínguez agrega que hasta la fecha "no ha recibido nada en concepto de manutención ni prestación necesaria" por parte del ministerio, "y ha agotado todas las reservas económicas de que disponía, hasta, el punto de endeduarse".
Finaliza reclamando la "tutela efectiva" del juez para que éste ordene " cubrir la manutención y necesidades mínimas" suyas y de su familia, que ahora no puede atender por la "falta de rendimiento", así como por los "innumerables perjuicios ocasionados por la popularidad que desgraciadamente le ha tocado asumir a causa de su colaboración con la justicia".
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