El Sevilla no puede con un Racing B

LINO JAVIER, El Sevilla se vio incapaz de superar a un Racing B plagado de suplentes. A las nueve ausencias iniciales de titulares se sumaron las de Torrecilla y Suances por lesión en pleno partido. Los andaluces obtuvieron demasiado premio a pesar de la evidente vagancia de figuras como Moacir, Peixe o Súker. Los cántabros terminaron con ocho jugadores de la cantera, de los cuales dos eran juveniles que trataban de sobreponerse más por tesón que por calidad a la gran cantidad de inconvenientes con que afrontó la cita el Racing.

Racing y Sevilla afrontaron con tono bien distinto el enrarecido ambiente creado por culpa de los errores arbitrales que han perjudicado en las tres primeras jornadas al equipo cántabro. A la hora de la verdad todo se resumió a una manifestación de algunos cientos de aficionados desde el centro de la ciudad a los Campos de Sport y silbidos al árbitro. Tan pronto como Díaz Vega saltó a la cancha todos los espectadores le dieron la espalda.

El partido tardó en encarrilarse por lo que se refiere al interés y a la calidad. El Racing acusó las nueve bajas por sanción o lesión, a las que se unió en pleno encuentro la e Torrecilla. Todo ello provocó que Miera alineara un equipo de circunstancias, con jóvenes de la cantera como Ismael y Nené.

El Sevilla pareció verlo tan fácil que se durmió en un juego cansino y reiterativo que apenas trajo problemas al improvisado cuadro racinguista. Tan sólo alguna acción individual de Moya o la codicia de Carlos plantearon algunas dudas en la zaga cántabra.

A base de tesón, espíritu de lucha y poco más el Racing, casi todo él plagado de suplentes, sacaba adelante el partido hasta que llegó la igualada.

La segunda mitad tuvo más alternativas pero se debió casi siempre a los errores que se cometían. La entrada de valores de la cantera cántabra sólo aportó ilusión y juventud. El Sevilla siguió sin buscar la victoria, se conformó con el empate y el Racing demostró que tiene jugadores de mañana pero que todavía han de hacerse. Acciones aisladas pudieron dar el injusto triunfo a los sevillanos, como un córner en el que Nené salvó un autogol de un compañero o un doble remate de Súker y Oulida a cinco minutos del final salvado espectacularmente por Ceballos.