Queja contra un banco

Mi queja creo que no es sólo mía, sino de muchos pequeños empresarios que se han quedado en la ruina, sin casa, sin negocio y sin un duro, porque te dan el parguas cuando hace sol y te lo quitan cuando llueve, te manejan a su antojo y encima te engañan como ha sido mi caso.Sería hacia últimos de mayo de 1992, cuando solicité un crédito hipotecario, y como garantía dos inmuebles de mi propiedad, uno un chalé y otro un apartamento.

Fui varias veces a ver qué pasaba que tardaba mucho, pues, como ya les había dicho, lo necesitaba para hacer la temporada de verano (que es la época que más trabajo hay) y financiar la buena marcha de mi negocio.

El día 6 de julio me llamaron y me dijeron que el préstamo estaba concedido, y que el día 8 nos esperaban donde el notario; en el momento de la firma, y tras haberlo realizado primero yo y después los representantes del banco, el notario preguntó al director de la sucursal que si traían el talón, manifestando éste que me lo abonarían en la cuenta. Salimos del despacho del notario, pagué 350.000 pesetas de gastos del préstamo y nos marchamos. Al día siguiente voy a ver el ingreso y me dice el director que hay que registrar la escritura y que hay que esperar unos días, yo le dije que ya sabía él que ya era un poco tarde y que no podía esperar más. Así estuvieron hasta el día 21 de diciembre, que fue cuando me lo abonaron.

Como se pueden imaginar, ni pude hacer los trabajos de instalación, ni ventas, ni nada, teniendo unas pérdidas enormes, ni poder cumplir con mis compromisos de pago. Resumiendo, porque sería muy largo, que hoy me he quedado en la calle, sin casa, ni apartamento, ni chalé, ni nada. Total, que de un capital de más de 70 millones de pesetas, hoy estoy sin un duro, es decir, en la ruina.-