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BALONCESTO LIGA ACB

El Estudiantes inicia su rehabilitación

White confirmó su calidad y sostuvo al Joventut durante 32 minutos

Más vale tarde que nunca. Treinta y dos minutos tardó el Estudiantes en encontrar el antídoto que frenase la hemorragia provocada, única y exclusivamente por un hombre, Randy White.Pero lo hizo con tiempo suficiente para que su primera victoria fuese holgada y ciertamente convincente. Una zona 1-4 sobre el norteamericano del Joventut, hasta ese momento dueño y señor de la contienda, colapsó su producción, obligó a los verdinegros a jugar por fuera (nefasta mañana tiradora, 4 de 21 en triples) y en tres minutos endosó un 12-0 que resolvió el acertijo.

El Estudiantes y el Joventut tienen un objetivo común en esta Liga recién salida del horno: la rehabilitación. La temporada pasada tocaron fondo. Los estudiantiles salvaron los muebles metiendo la cabeza en Europa, pero su paso por la competición fue triste y sin tono, lo peor que se puede decir de este equipo. Movimientos incomprensibles en la plantilla y decisiones desacertadas en lo que a fichajes foráneos se refiere convirtieron un conjunto pasional y con futuro en un colectivo desilusionante. Peor fue lo del Joventut. Merecedor de una reseña en el Guiness de los récords al pasar en menos de un año de ser campeón de la Liga Europea a no clasificarse para los play off y caer prácticamente en la bancarrota. El verano trajo la reflexión y ambos equipos han rehecho sus formaciones. El Estudiantes recuperando a los tontamente perdidos (Azofra y Aisa) y fichando una de sus señas de identidad, el americano espectacular (Russel, Winslow y ahora Thompson). El Joventut, logrando mantener su trío básico (los Jofresa y Villacampa y adquiriendo extranjeros contrastados como Fisher y sobre todo White, un pedazo. de jugador.

El encuentro, acorde con su colocación en el calendario, dio unas cuantas pistas sobre el futuro de ambos equipos. La más evidente fue el acierto de los verdinegros en la contratación de Randy White. El ex NBA es un lujazo. Sobrio, resolutivo, cuenta con todo lo necesario para conseguir la catalogación de gran pívot. Domina el juego de espaldas a la canasta, posee un tiro resultón en posiciones cercanas y sus manos son tenazas cuando captura el balón. Cómete escasos errores y no acapara más juego del necesario. Su exhibición fue todo un compendio de aciertos (47 puntos) ante la incapacidad defensiva de Alexander y De Miguel. No se entendía muy bien que ante la sangría que estaba provocando sus anchas espaldas no fuesen vigiladas, por Orenga, especialista en estos difíciles menesteres.

Hasta el minuto 32, el choque fue una enconada e igualada lucha de este jugador contra todo un equipo (ninguno adquirió ventaja mayor de siete puntos). El monólogo de White -47 puntos, 12 rebotes, una recuperación, una asistencia y 12 faltas recibidas fueron sus números finalmente- fue respondida de forma colectiva por Herreros, Aisa, el resucitado Thompson del segundo tiempo y sobre todo por la enorme calidad de Jennings. La adquisición del base norteamericano es como si al Estudiantes le hubiese tocado la lotería, con la lástima de que el dinero ganado, sólo lo puede utilizar durante un mes. Destila NBA a lo largo de sus escasos 170 centímetros y posee en esencia la cualidad básica que separa el baloncesto estadounidense del europeo: una endiablada velocidad en todas sus acciones. Además, Jennings la acompaña con una buena dosis de sentido común qué le hizo manejar el desarrollo del encuentro a su antojo.

El Estudiantes mostró encontrarse en el buen camino hacia su rehabilitación. Tiene un equipo sólido, mejorable cuando cuente con todos sus efectivos. Del Joventut sólo se vio a White. Mucho jugador, pero no suficiente. No hay que olvidar que, salvo excepcIones que confirman la regla, el baloncesto es un juego colectivo.

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