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"En el peor momento, en el peor lugar"

El general Garcia Esponera despeja las incógnitas que rodeaban su odisea antes de volvera la ex Yugoslavia

Miguel González

Paloma Romero, esposa del general José Luis García Esponera, uno de los tres observadores españoles a los que se dio por muertos en Bosnia, se echa las manos. a la cabeza cuando su marido declara que la familia está "encantada" de que regrese a la antigua Yugoslavia. "Quiero decir", se ríe de su propia broma, "que están contentos de tenerme en casa, pero entienden que mi misión está allí"A las 13.05 de ayer, apenas 40 horas después de su llegada a España, el general García Esponera, el embajador Fernando Sánchez Rau y el comandante Zenón Luis Quintana tomaban el vuelo de Lufthansa Madrid-Francfort, Con destino a Zagreb (Croacia), sede del Cuartel General de la Misión de Observadores de la Unión Europea.

En el aeropuerto de Barajas, les despidieron. sus familiares más íntimos. "Pero cómo, ¿Ya se vuelven"?, pregunta sorprendida una señora que les reconoce en el control dé pasaportes. "Regresamos porque mañana [miércoles] tenemos una conferencia que estaba organizada desde hace un mes. Ya se aplazó una semana, pero es imposible aplazarla más. Esperamps estar de vuelta, ya de permiso, el jueves", explica el general.

García Esponera se muestra optimista sobre el desarrollo del conflicto: "Hay un proceso de paz seno, que lidera Estados Unidos, y estoy convencido de que antes de que acabe el año habrá algún tipo de acuerdo". No es tan entusiasta, sin embargo, con la eficacia de los ataques de la OTAN: "[Los serbobosnios] son gente que lucha por u nos ideales que consideran justos y no, creo que los bombardeos les haga nitinguna mella. Ahora, quizá, se eviten barbaridades, como la de Sarajevo, que ellos, por otra parte, insistieron mucho en que no habían sido. No sé. Si se trata de dar una respuesta a un acto perverso, supongo que hay que estar seguro de quién lo ha hecho".

Las múltiples reuniones mantenidas durante su breve estancia en Madrid han servido para aclarar algunas incógnitas que rodeaban su odisea. Por ejemplo: por qué nadie les avisé de los bombardeos. "Ahora sabemos que hubo una comunicación de Unprofor [las Fuerzas de la ONU en la antigua Yugoslavia]. Fue el martes [29 de agosto] a las diez de la mañana [16 horas antes del primer ataque]. Pero se produce en circunstancias especiales. Nuestro oficial de enlace, que va a todas las reuniones.y tenía que haberlo conocido, se encuentra de vacaciones en España y lo sustituye un oficial irlandés. Hubo falta de información. Nosotros habíamos dicho que nos avisarán a Podgorica , [capital de Montenegro] y esa comunicación no llegó".

No fue el único telegrama perdido. El miércoles por la tarde, cuando ya estaban en poder de los serbobosnios, pero aún no les habían arrebatado sus vehículos, equipados con un sistema de transmisión vía satélite, "mandamos varios mensajes, pero el principal de todos nunca llegó", recuerda García Esponera. "Era el mensaje en el que decíamos que estábamos en Pale y que, ya no podríamos seguir comunicando. Creemos que las acciones de guerra electrónica que llevaban a cabo los aviones de la OTAN para impedir la actuación de los radares antiaéreos [de los serbobosnios perjudicaron a nuestros equipos de comunicación".

El general rechaza que su visita a Pale, capital de los serbios, de Bosnia, en vísperas del ataque de la OTAN, constituyera una imprudencia. "Yo no creo que fuéramos imprudentes. Teníamos una gran voluntad de mediar entre Dubrovnik [croata] y Trebinje [serbobosnia]. Las autoridades de Pale están aisladas y pienso que es importante que puedan expresar a la comunidad internacional qué es la que quieren, como forma de llegar a una solución del conflicto. Era un objetivo del embajador. Creíamos firmemente que lo podíamos conseguir. Lo malo es que llegamos en el peor momento al peor lugar".

"Durante el cautiverio, tuve la impresión de que era un sueño del que deseaba despertar. Pero ahora, a toro pasado, Pienso que cumplimos con nuestra misión y que mi mujer". añade despidiéndose ya de su esposa, "ha dado un ejemplo de serenidad en estos momentos de crispación".

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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