La sociedad encandila a San Mamés
Guerrero y Etxeberria fulminan al Racing y despejan las dudas de la pretemporada
, San Mamés era un mar de dudas. Un técnico desconocido, una pretemporada confusa y un fichaje inquietante y polémico convertía el partido frente al Racing en un examen psicotécnico con demasiadas interrogantes. El balance resultó clarificador: a Stepanovic le apasiona atacar y el fichaje de Etxeberria, números aparte, justifica el enfado de la Real Sociedad y desacredita su gestión. La sociedad Guerrero-Etxeberria encandiló a San Mamés y fulminó al Racing.El Athletic de Bilbao ya tiene un goleador, Julen Guerrero un socio y de paso, entre ambos, han resucitado a Ziganda que sin mejorar sus formas parece contagiado por la alegría de su joven acompañante. La sensación del Athletic fue contradictoria: entre un sistema defensivo alarmante y un ataque fulminante. El centro del campo está condenado a soportar el vaivén con una cierta indefinición.
El Racing era lo contrario. Un equipo con hechuras técnicas en el centro del campo pero tieso en defensa y manso en ataque. Todas las elucubraciones de Esteban Torre, Billabona y Popov y la estética de Setién se oscurecía en los dominios de Valencia con una ingenuidad pasmosa.
El partido se dispuso para la exhibición de la nueva sociedad rojiblanca. Al cuarto de hora del partido llegó el primer ejercicio conjunto del nuevo tándem. Etxeberria desiquilibró a su par, cedió a Guerrero y el remate fallido de éste lo aprovechó Ziganda haciendo honor a su apodo.
El Racing debía salir de la cueva y dejar el campo libre a las correrías de Etxeberria, un jugador que conjuga tres elementos letales: velocidad, verticalidad y arrogancia. Si además su lanzador es Julen Guerrero, la condena del Racing estaba asegurada. El Athletic se dispuso para el contragolpe. El medio campo se aprestó a la recuperación del balón. Luego la sociedad se pone a trabajar porque Guerrero ha vuelto a su demarcación habitual y desde allí dirige a la tropa. A la media hora el capitán sirvió a Etxeberria y el joven futbolista evidenció que comparte sangre en el juego y hielo en el área: esperó a Ceballos y le batió con suavidad. El partido se enfiló á la exhibíción por cuanto el Racing no traducía su capacidad técnica en ocasiones de gol. Un intento de remate de Mutiu, evitado por Valencia, fue su única aportación.
La reanudación ratificó las impresiones. Al minuto Guerrero y Etxeberria dibujaron un contragolpe majestuoso salvado con la yema de los dedos por el guardameta Ceballos. Sin embargo, el Racing logró al menos conducir el partido a una cierta confusión pero no evitó más goles. Tras una oportunidad de Alberto, Ziganda rentabilizó su alegría con un nuevo tanto que Guerrero, caballeroso, respetó en la misma raya de gol.
Sin embargo el capitán rojiblanco no esperó más de tres minutos para estrenarse en un perfecto centro de Goikoetxea que la defensa racinguista le permitió rematar a placer. Los aficionados del Athletic ya tienen dos ídolos y de momento un argumento para la esperanza.
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