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PRIMERA JORNADA DE LIGA

Cambiar a Busquets

El portero renueva su imagen para complacer a Cruyff

Àngels Piñol

Cambiar de imagen, de peinado, de pantalones y de camiseta -más diseño en ambas prendas-, y un esfuerzo para hablar en catalán. Carles Busquets, que será el portero titular del Barça, es objeto de una campaña para que reforme su imagen y sintonice más con el club. El cancerbero, según explica su madre Eloisa, es terco como una mula -"falta que le digan una cosa para que haga lo contrario"-, pero, al final, ha cedido parcialmente a las exigencias estéticas del entrenador Johan Cruyff.En Valladolid, en el debú liguero del Barça, Busquets desvelará el misterio. Lucirá unos nuevos pantalones más "elegantes", como él mismo anuncia, que hagan juego con el Camp Nou. "Es como cuando un sastre te hace un traje a medida. No serán de chándal como los de ahora.

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Serán más ceñidos", señaló el portero. No ha tolerado, sin embargo, jugar con calzón corto. Todo tiene una explicación: Busquets empezó a jugar a fútbol en los campos de tierra de Ciutat Badia, donde vivió desde los ocho años, y el chándal le servía para protegerse las piernas. Está habituado a ellos, juega cómodo y no piensa ceder. Ahora vive en Barberá del Vallès, cerca de Ciutat Badia, y de los viejos campos de tierra. Es un hombre de fidelidades.

"Todo son manías ¿Qué más da si Carles se encuentra a gusto con el chándal?". A Joan Busquets, de 64 años, padre del guardameta, le queda un año para jubilarse como conserje en el colegio de EGB de Bellaterra. Se expresa en un catalán perfecto. Igual que su mujer Elo, una granadina de 57 años, cocinera en una guardería de Barberá del Vallés, que reside en Cataluña desde hace 40. La pareja, que abandonó su piso en el Eixample cuando a él le ofrecieron el empleo en Bellaterra, habla en catálán. Joan siempre se ha dirigido a sus otros dos hijos en ese idioma. Carles era el único que parecía resistirse. Desde hace un mes, hace sus declaraciones públicas en catalán. El padre está satisfecho: "Yo siempre le decía: 'Parece mentira, hijo mío, que siendo de aquí, hables sólo en castellano"'. Joan Busquets ya no tendrá que escuchar las ofertas de profesores de la universidad para dar clases a su hijo. "Es que yo no tengo problemas. Estamos en Cataluña y es normal que lo hable", dice Carles. El asunto tiene también su explicación: la mayoría de sus amigos eran castellano hablantes, "y estaba en casa sólo para comer y dormir", recuerda.

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