Oleadas de aviones de la OTAN atacan posiciones militares de los serbobosnios

Los aviones de la OTAN atacaron más de 30 objetivos militares, como centros de comunicaciones, radares y almacenes de municiones. Habían despegado a la una menos veinte de la madrugada de dos bases italianas (una de ellas Aviano) y del portaaviones estadounidense Roosevelt, situado en el Adriático. Los cazas utilizaron todos los misiles y bombas con los que habían sido armados. Fuentes oficiosas informaron que, entre los cien cazas, había seis F-18 españoles desplegados en Aviano y que regresaron a esta base sin novedad.El Pentágono había diseñado un plan que incluía un primer ataque como el de hoy -para destruir las comunicaciones-, al que seguirían otros bombardeos aéreos durante tres o cuatro días para mermar radicalmente la capacidad militar serbobosnia.

Carl Bildt, el mediador europeo, había asegurado pocas horas antes del bombardeo que a los agresores ya se les había anunciado que esta vez no iban a escapar sin respuesta. Los serbobosnios intentaron infructuosamente eludir la temida represalia señalando que aceptaban el plan de paz estadounidense. Karadzic incluso consiguió movilizar al ex presidente Jimmy Carter para airear su voluntad negociadora, pero un portavoz de la ONU replicó con dureza que eran los hechos los que contaban. Por la tarde, además, otro bombardeo artillero serbio sobre Sarajevo mató a una niña de cuatro años.

Los ataques aliados suponen un grave golpe para Karadzic, a quien el presidente serbio, Slobodan Milosevic, ve como el principal obstáculo para un acuerdo e paz, y constituyen una prueba el decidido propósito internacional de conseguir una solución negociada en Bosnia. El ministro español de Defénsa, Gustavo Suárez Pertierra, siguió desde su despacho el ataque e informó del mismo al Rey y al efe del Gobierno.