El Atlético vuelve a mostrar su fortaleza
El equipo de Antic desbordó al Tenerife en el trofeo Naranja
Fue una noche en la que se cumplieron todos los pronósticos. La predicción meteorológica anunciaba una fuerte tormenta. Así sucedió. Penev, a su llegada a la ciudad, donde, es ídolo todavía, vaticinó que los goles llegarían para él. Y Penev marcó. No sólo eso, sino que participó en la mayoría de las acciones ofensivas de su nuevo equipo en una excelente primera parte.De hecho, los jugadores rojiblancos parecían electrizados por los relámpagos cuando comenzó el partido. Sus rivales, por el contrario, estaban embotados. Quizá la lluvia aguó su creatividad, aunque realmente tuvo que ver más la alineación que presentó Heynckes. Ningún jugador del equipo que derrotó con facilidad al Valencia el pasado sábado figuraba en la alineación. Así las cosas, sucedió lo que auguraba el público: un aluvión de goles en tan sólo 22 minutos.
El partido volvió a poner de manifiesto el crecimiento del Atlético después de dos años de crisis agudas. Es pretemporada, pero los datos son buenos. Antic parece un hombre adecuado para gestionar equipos en dificultades. Lo hizo en el Real Madrid y después en el Oviedo. En el Atlético va a por nota. La complicación del club y el clima depresivo del equipo pondrán a prueba la capacidad del entrenador serbio para reflotar buques semihundidos. Por ahora, su trabajo funciona.
El Atlético pudo haber contabilizado varios tantos en la primera parte, porque su juego durante la primera parte fue muy fluido y versátil. Los dos delanteros, Kiko y Penev, conectaban fácilmente con las bandas, bien cubiertas por Geli y Toni, mientras que Caminero y Simeone, en menor medida, repartían el juego con bastante criterio. También eran destacables las apariciones por la derecha de Roberto, que resultó lesionado.
La impresión es que Antic ha encontrado el equipo que quiere para la Liga. Experimenta poco y trabaja con los hombres básicos. Además quiere sacarse algún chico de la manga, algo muy habitual en él. Parece que Juan Carlos tiene las maneras de los delanteros ágiles y listos. Venía para marcharse, pero no extrañaría verle con el Atlético durante la temporada.
El Tenerife no existía, desbordado en el medio campo y sin espacios por la defensa en línea del Atlético. Heynckes se atrevió además a sacar a toda la flota de defensores reservas, un pecado irremediable en un equipo que siempre ha sido problemático en las posiciones defensivas. Entre unas cosas y otras, el encuentro sepuso al gusto del Atlético de Madrid.
El juego bajó de nivel en la segunda parte, como corresponde a estas fechas. Antic se unió al entrenador alemán e introdujo cinco cambios en la columna vertebral del Atlético. El fútbol se resintió y perdió calidad, aunque no ritmo, pues el balón iba de una portería a otra. Al final marcó Pinilla, tras varios intentos infructuosos. El Atlético no acabó de marcar en sus múltiples ocasiones.
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