Lawrence Houston, organizador de la CIA
Lawrence Houston, uno de los organizadores de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, reponsable de la creación de los cimientos legales en los que esta organización descansa y de las fachadas tras las que se esconde, falleció el pasado martes, a los 82 años, de una crisis cardiaca, en Westport, Massachusetts, donde pasaba sus vacaciones.Houston fue el primer consejero general de la CIA, desde la creación de ésta, en 1947, hasta 1973. Su trabajo consistía en mantener oculta la agencia dentro de un sistema democrático. El espionaje es ilegal por su propia naturaleza. Houston era el encargado de mostrar a la agencia lo que podía hacer, de acuerdo con las leyes estadounidenses y, más raramente, lo que no.
Según John Deutch, director de la agencia, Houston fue "uno de los padres fundadores de la CIA y una de sus leyendas más duraderas". Como confidente de nueve directores, aportó "una experiencia especial" a su trabajo, declaró Richard Helms, quien dirigió la agencia de 1966 a 1973. En cualquier caso, su experiencia estaba basada en su longevidad en el cuerpo, nadie se ha mantenido durante 26 años en un puesto tan importante.
De su habilidad puede dar cuenta el que durante el tiempo en que él fue responsable pocos problemas legales se hicieron públicos. Poco después de que se retirase una serie de secretos de la guerra fría empezaron a aparecer en los periódicos y fueron objeto de investigación en el Congreso.
Fue uno de los redactores del proyecto de ley de 1947 por el que se creó la CIA y de la ley de 1949 que la autorizaba para gastar dinero en secreto. Desde 1950 creó la red de empresas que facilitaban los fondos para cubrir las operaciones de la agencia en el extranjero, la más famosa de las cuales fue la Air America, cuya propiedad se escondía a su vez tras otras cinco empresas.
En 1955 organizó los contratos necesarios para la fabricación en nueve meses de los aviones espías U-2, y cuando el piloto Gary Powers fue derribado en la Unión Soviética en uno de ellos, se encargó de que fuese canjeado por el espía soviético Rudolph Abel.
Después del fracaso de la invasión de Bahía de Cochinos, se encargó de que los agentes de la CIA detenidos fuesen puestos en libertad a cambio del envío de medicinas a Cuba. Y cuando en 1962 se enteró de que la CIA había contactado con jefes de la Mafia para matar al dirigente cubano Fidel Castro, se encargó de que la operación permaneciera en secreto durante más de una década.
Houston había nacido en Saint Louis, donde su padre era uno de los directivos de la Universidad de Washington. En 1935 se graduó por la Universidad de Harvard, y en 1939, por la Facultad de Derecho de la Universidad de Virginia. Durante la 11 Guerra Mundial sirvió en la Oficina de Servicios Estratégicos, un antecedente de la CIA, destinado en El Cairo como subjefe de las operaciones en el Oriente Próximo. Allí quedó fascinado por el mundo del espionaje, al que dedicó el resto de su vida.-
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