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Entrevista:

Sigo estudiando BUP para ser veterinario y curar a mis caballos"

Raúl Martín es la promesa más joven del rejoneo, tanto que en junio pasado tuvo que torear su primera corrida, sin la preceptiva Seguridad Social porque todavía no había cumplido los 16 años. Sin embargo, las cuatro orejas y los dos rabos cortados en sus dos primeros festejos demuestran que juventud e inexperiencia no siempre van unidas. Aunque a los 10 años ya paseaba a lomos de Linares, el primer caballo que le regaló su padre, este joven no se introduciría en el ambiente del rejoneo hasta cinco años más tarde. La llave que le abrió las puertas a este arte fue una visita al famoso rejoneador Curro Bedoya en su finca de Leganés, que recientemente ha trasladado al municipio de Villamanta. Sólo dos meses después de su debú, Raúl Martín ya tiene firmadas casi veinte corridas en nuestra región y en localidades de Segovia, Cáceres, Salamanca, Ávila y Toledo.Pregunta. ¿Cómo se fraguó el encuentro con Bedoya?

Respuesta. En octubre del 93 yo vivía en Leganés y Curro tenía allí sus cuadras. Como a mí me gustaban mucho los caballos, mi padre me llevó a verle. Nos caímos bien y enseguida me dejó entrenar con él porque pensaba que yo podría tener posibilidades.

P. ¿Resulta difícil adaptarse a una disciplina de la que no hay antecedentes en la familia?

R. Es complicado y requiere mucho tiempo y paciencia. Al principio yo sólo sabía sostenerme en el caballo hasta que Curro me enseñó todos los trucos.

P. ¿A qué cosas hay que renunciar a cambio de perseverar en el rejoneo?

R. A los amigos, por ejemplo, aunque muchos no entienden lo que hago y se lo toman a guasa. Salgo poco con ellos porque dedico una parte de mi tiempo a entrenar y la otra a seguir estudiando BUP para ser veterinario y curar yo mismo a los caballos.

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P. ¿Te ha puesto en aprietos ya algún toro?

R. Tan sólo una vez, y se quedó en un susto. El caballo cayó y me arrastró a mí al suelo. Pero, como dice mi apoderado, esto me sirve de experiencia para andar más listo en otras plazas. De todas formas, la mayoría de los cosos portátiles son más pequeños y la movilidad más difícil en el ruedo, por que el toro aprende e intenta acortar el viaje.

P. ¿Cómo se toman los aficionados tu juventud?

R. Hay gente que se cree que con 16 años no puedo hacer faenas de importancia y que ya tendré tiempo de aprender, pero quienes me han visto en la plaza dan valor a mi poca edad y al buen trabajo que vengo realizando.

Raúl Martín, 16 años, rejoneador. Día 16, leganés; 17, Pelayos de la Presa; 19, Ortigosa del Monte (Segovia); 20, Villanueva de Ávila; 23, Aigal (Cáceres).

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