El retraso en ser juzgados deja en libertad a 'capos' de la droga

La acumulación de casos en la Audiencia Nacional y el consiguiente atasco producen efectos como la liberación, en lo que va de año, de 16 presuntos narcotraficantes, debido a que no han sido juzgados. Los magistrados han visto cómo transcurría el plazo máximo legal de prisión preventiva -cuatro años- sin haber podido completar los sumarios correspondientes o celebrar la vista oral. Los jueces se quejan de falta de personal y medios materiales suficientes.

Además de los supuestos narcos, en los últimos meses han abandonado la prisión otras siete personas, acusadas de pertenecer a ETA, por no haber sido juzgadas antes de cumplirse los cuatro años previstos por la ley.Muchos de los casos de puesta en libertad provisional de presuntos miembros de ETA o de acusados de narcotráfico corresponden a encausados por el juez Baltasar Garzón. Éste aduce que el retraso no le es imputable exclusivamente a él y recuerda que estuvo un año fuera del juzgado tras ser elegido diputado por el PSOE y designado delegado del Plan Nacional sobre Drogas.

Otros jueces de la Audiencia Nacional señalan que a Garzón le es imputable sólo "el 10% de la responsabilidad en los retrasos" y admiten que si incurre en demoras es precisamente porque instruye muchos sumarios y está desbordado por el trabajo.

Fuentes de la Audiencia atribuyen los retrasos a la extrema complejidad de los sumarios, sobre todo porque hay gran número de encausados cuando se trata de operaciones contra redes internacionales. El problema está en estudio y se apunta como solución la creación de una nueva sección de magistrados o elevar a cuatro el número de jueces en cada sección como medio para descongestionar la Sala.

Medios policiales, jurídicos y penitenciarios coinciden en señalar que es "inhumano" e "intolerable" que una persona esté varios años recluida preventivamente, sin saber la duración de la condena que debe cumplir o si al final será absuelta.

Entre los excarcelados, bajo fianza de 25 millones, está Urfi Centicaya, acusado de ser el jefe de una familia turca dedicada al tráfico de heroína. Está procesado junto con Demir Mehmet, Kosab Nekati y Latifi Abedin, que también están libres. Otros de los liberados están relacionados con la red de blanqueo de dinero desmantelada en la operación internacional Hielo Verde.