El Madrid recupera su mejor pulso
El equipo de Valdano goleó al Athletic y ganó el Torneo de Euskadi
El Madrid desactivó en San Mamés varias señales de alarma que se habían producido en agosto. Ganó con autoridad y contundencia, hasta el punto de darse un festín de goles. De paso, recuperó los valores que le hicieron un equipo notable la pasada temporada. Por supuesto, recuperó el balón, condición necesaria para imponer su estilo. Pero además de la pelota, el Madrid dispuso de orden, criterio e intensidad. Esta vez no fue el equipo intranscendente y plano que tanto se ha visto este verano, el que trasladaba el balón con desgana y se derretía sin remedio a las puertas del área.El mérito del Madrid estuvo en la conquista de un partido que comenzó dividido y bravo. Uno de Liga, vamos a decir. El Athletic presionaba y el Madrid también. Alrededor de la pelota se estableció un debate, a la espera de que alguien decidiera domarla y bajarla al suelo. Lo hizo el Madrid, que aprovechó la solidez de su defensa y la facilidad de Milla para ejercer de guardia de tráfico. Milla dirigió el juego con la máxima inteligencia y eficacia. Siempre tocó con precisión y pulcritud. Sobre el eje de Milla creció la circulación del balón y el juego del equipo, hasta desarmar al Athletic, que acabó disuelto en el partido.
Otro jugador fue decisivo en San Mamés. Desde la posición de volante de ataque, Raúl estableció su soberanía entre las líneas del Athletic de Bilbao. Marcó, dos goles y promovió otro más. El segundo tuvo las características de este futbolista que tiene un aire callejero. Entre dos defensores bilbaínos, Raúl guindó el balón, levantó la ceja, vio la salida del portero y le levantó con la derecha una vaselina preciosa. Pero más que los goles, Raúl estableció las condiciones que debe tener un medio de ataque. Colaboró con los centro campistas: tuvo paciencia en el toque de la pelota, ayudó en la presión y buscó el lugar y el tiempo para entrar en el área. Y como les sobra gol, el chico salió triunfador del partido y abrió nuevas perspectivas para una posición que comienza a tener varios aspirantes en el equipo madridista.
En la delantera, Zamorano y Esnaider estuvieron en su estilo, aunque el argentino quizás le haya arrebatado algo de cartel al chileno. Los dos son delanteros agresivos, poderosos y con sentido en el área. Zamorano da la impresión de tener más pinta de goleador, pero Esnaider ofrece algunas alternativas y variantes fuera del área.
La suma de todos los valores. del Madrid se hizo finalmente indigerible para el Athletic de Stepanovic. Etxeberría fue recibido de nuevo como un héroe por la parroquia bilbaína, pero salió inédito del partido. Acabó enredado entre una defensa, que, por fin, retomó el hilo del pasado año, cuando fue la piedra básica del liderazgo del equipo madridista en el Campeonato de Liga.
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