Guerra y tregua

Pocas horas después de la firma de un alto el fuego entre negociadores rusos y chechenos por el que se pone fin a ocho meses de brutales combates en Chechenia, Dzhojar Dudáiev, el líder rebelde, denunció el acuerdo, y los rusos informaron de que al menos seis personas ha bían muerto y 20 habían sido heridas en los reanudados ata ques chechenos. Después de me ses de prematuras proclamaciones de victoria y de promesas rotas por parte de Rusia (...), así como de amenazas rebeldes de terrorismo y de llevar la guerra de guerrillas al Cáucaso, una precaución que roza en el cinismo ha sido la principal reacción a la última tregua. No obstante, existen razones para creer que este alto el fuego puede durar lo bastante como para evitar la vuelta a las hostilidades abiertas (...). Sin embargo, no es más que una tregua. Ni resuelve el estatuto . constitucional de Chechenia ni borra las cicatrices políticas y físicas de una guerra en la que han muerto al menos 2.000 soldados rusos, 24.000 civiles y un número desconocido de combatientes chechenos, La venganza es un poderoso impulso en esta sociedad islámica tribal, y la brutalidad de las acciones de los soldados rusos, junto con la destrucción generalizada de tantas propiedades, alimentarán durante años entre los chechenos el resentimiento, que podrá ser soterrado, pero que saldrá a la luz periódicamente en forma de terrorismo y escaramuzas (...). 1 de agosto