"En Madrid, hace falta un ballet clásico subvencionado"
Ángel Corella, el bailerín madileño que con sólo 19 años ha conseguido en los tres últimos meses triunfar en Nueva York, bailar ante la reina de Inglaterra y ser aclamado en Italia disfruta de un respiro en Colmenar Viejo (2.7.000 habitantes), con su familia y sus amigos de siempre.Ha llegado a su casa envuelto en una nube. "Siento que vivo un sueño", dice, y no es para menos. Rebosa felicidad. Triunfó con sólo atravesar el gran charco para fichar por el American Ballet Theatre de Nueva York. Tras su primera actuación en el Metropolitan de esa ciudad, fue aclamado por el público.
El pasado sábado, sus familiares, amigos y más de un centenar de personas le rindieron un emotivo homenaje en Colmenar Viejo, donde ha vivido desde sus cuatro años hasta que. sé fue a Nueva York el pasado mes de mayo.
Pregunta. Con ocho años, ¿por qué eligió danza en vez de yudo como sus compañeros del colegio?
Respuesta. Fui una vez a yudo, y a uno le rompieron la. nariz. Pensé: ¡esto no es para mí! Veía a mis hermanas en sus clase de ballet, me gustaba. Un día, mientras esperaba que salieran, hice unas piruetas ante la profesora Eileen Wright. Ella dijo que algunas alumnas tardaban cinco años en dominar lo que ya había conseguido solo..
P, ¿Y después a Madrid?
R. Cuando mi profesora lo aconsejó y a una compañía donde nunca. me permitieron lucirme.
P. Aun así, Premio Nacional de Danza Española en
R. Sí, pero mis días transcurrían con el mismo ballet y en el cuerpo de baile, siempre atrás.
P. ¿Cuándo cambió esa rutin0
R. A punto de abandonar, participé en una gala de1a Unicef y en la competición internacional de danza de París, a propuesta de unos amigos.
P. ¿Qué significó ganarla?
R. Una gran satisfacción. Conocí a Natalia. Macarova, una excelente coreógrafa que formaba parte del jurado.' Trabajé con ella para preparar el acceso al American Ballet, Theatre.
P. ¿Cuándo llegó la fama?,
R. En mayo empecé a vivir un cuento. Nada más llegar a Estados Unidos, The New York Times me anunció como un promesa del American Ballet Theatre.
P. ¿A qué aspira ahora?
R. A seguir bailando los clásicos. Por eso me da pena que en España casi hayan desaparecido. Cuando un chaval empieza a bailar es porque le emociona Romeo y Julieta y El lago de los cisnes. En Madrid hay muy buenos bailarines y hace falta un ballet clásico subvencionado.
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