El presidente trata de posponer el debate a septiembre

El secretario general del PSOE, Felipe González, abrió el pasado 6 de julio el debate sobre el candidato electoral de su partido al decir que había que estudiar el asunto y, después, pretendió lo imposible: que la polémica no trascienda a la opinión pública hasta septiembre. Durante ese mes se reunirá con los secretarios regionales, habrá reuniones de la ejecutiva y, por último, un comité federal que decida. Lo cierto es que el asunto ya se ha disparado y las conversaciones, presiones y conciliábulos están en marcha.Miembros de la ejecutiva, considerados absolutamente felipistas -ya apenas se emplea el término renovador o renovación en el PSOE-, consideran que su líder se ha equivocado al decir en la ejecutiva que había que empezar a tratar el asunto cuando, a su juicio, debía haber dejado el anuncio para septiembre. Ahora, él mismo trata de cerrarlo. "No quiero ahora dar respuesta a esa cuestión, el partido decidirá", dijo González el pasado viernes en una conferencia de prensa cuando fue preguntado por si tenía decidido firmemente no presentarse a las elecciones.España y el partido

A la ejecutiva en su conjunto le consta que González quiere hablar del asunto, aunque sólo a unos pocos que ha decidido no presentarse. El secretario de Organización del PSOE, Cipriá Ciscar, lo único que admite es que Felipe González "ha pedido que se haga una reflexión sobre la candidatura".

En cuanto a si cree que González va a repetir afirma: "Hay un componente personal de disponibilidad y otro de valoración política". En todo caso, Felipe González considerará para tomar la decisión "lo que sea mejor para España y para el partido socialista".

Mientras piensa en España y en su partido, quienes barajan muy seriamente que no será el candidato llaman la atención sobre el escaso riesgo de crítica Interna que tiene quien sea el próximo cartel electoral.

Estos interlocutores explican que dadas las circunstancias no se pueden pedir heroicidades y que quien sea el cabeza de lista tendrá la oportunidad de establecer más estrecho contacto con todas las federaciones del partido. De esta manera, el candidato trabaja para su propio futuro.

En un primer diseño, la ejecutiva cree que podrá controlar el proceso y que todo se hará de acuerdo con los estatutos. Es decir, la ejecutiva propone a un candidato y el comité federal lo ratifica. En los próximos días empezarán las voces que pidan para los militantes la facultad de proponer a distintos candidatos.