15.000 millones para unas arcas menguadas

El proyecto del Real Madrid para rentabilizar la Ciudad Deportiva debía aportar unos 15.000 millones de pesetas al patrimonio del club. Lorenzo Sanz y Ramón Mendoza preveían invertir unos 4.000 millones de pesetas en la construcción de nuevos equipamientos deportivos, garajes, tiendas, residencia de jugadores...Y todas las mejoras saldrían gratis para los socios puesto que se sufragarían con el alquiler de locales y aparcamientos. Ni siquiera habría que pedir créditos para levantar ese sueño: una empresa privada construirá el centro comercial a cambio de 3.000 millones de pesetas, que el club destinará a las mejoras en las instalaciones.

Durante la campaña electoral para elegir una nueva directiva madridista los tres candidatos en liza utilizaron la reforma de la Ciudad Deportiva como arma arrojadiza contra sus contrincantes y como reclamo para los votantes.

Ante la posibilidad de que el Ayuntamiento convirtiese en humo el ambicioso plan de Mendoza, su vicepresidente Lorenzo Sanz argüía su "gran experiencia" en urbanismo.

Demostraba su saber hacer en ese campo al solicitar la licencia en el momento adecuado para eludir la nueva normativa. Su experiencia le hacía prever también el futuro urbanístico.

Florentino Pérez, amigo personal del alcalde, José María Álvarez del Manzano, prometía una Ciudad Deportiva que respetaba las determinaciones del nuevo plan general con la renuncia a zonas comerciales o culturales.

Santiago Gómez Pintado, en el otro extremo, presentó el Proyecto Universo; soñaba con una Ciudad Deportiva con un gran edificio central. donde habría tiendas, cines e incluso biblioteca. Defendía su proyecto Gómez Pintado diciendo que el de Mendoza era ilegal y que en las tiendas que él proponía sólo se venderían artículos deportivos (había 40 locales). Costaba el complejo 11.000 millones de pesetas.

Pero el conflicto entre el Ayuntamiento y el Real Madrid no se ha reducido a la Ciudad Deportiva. En octubre de 1993, Mendoza dijo en una asamblea de socios: "dijimos que se iba a hacer un equipamiento social porque de otra manera no habrían autorizado la construcción de La Esquina del Bernabéu.". Tras esas palabras, el Ayuntamiento negó el permiso para abrir la grada sur del nuevo estadio por razones de seguridad.