Rosario de lamentaciones

Juan Álvarez casi nunca, viaja a los grandes premios. El presidente de la Federación Española de Motorismo prefiere vivir desde la distancia los éxitos de sus pilotos. Vía fax. Así ha recibido a lo largo de la temporada las buenas nuevas que, un domingo, sí y el otro también, le han ido llegando desde los circuitos de medio mundo. Así ha vivido el renacer del motociclismo español. Desde Australia, desde Malaisia, desde Holanda. Un éxito sobre otro hasta este fin de semana.De repente, desde Le Mans, ninguna noticia agradable. Sólo tristezas y decepciones. Lo peor fue, desde luego, la grave lesión de Alberto Puig, de 28 años, ocurrida el sábado. Pero los desastres continuaron ayer con las carreras.

La sombra, anunciada con el percance de Puig en la llamada curva Dunlop -la más rápida del circuito-, se mantuvo, y las tres carreras de ayer se sucedieron repletas de desgracias. La máquina de fax de Juan Álvarez escupió sólo malas noticias a pesar de que existían esperanzas de una buena cosecha de éxito, para dedicarla sobre todo al lastimado piloto barcelonés. Pero nadie logró nada para ofrecer al compañero herido.

Empezó la jornada con la carrera de 250co. Carles Checa y Luis D'Antin, ambos con Honda, habían realizado los mejores entrenamientos del año y pensaban estar con el grupo de cabeza. Sin embargo, no lograron subir al podio junto al vencedor, el alemán Ralf Waldmann (Honda).

Checa acabó cuarto. y D'Antin séptimo, lejos del alemán y del italiano Mak Biaggi (Aprilia), segundo ayer y líder destacado del Mundial. No era el éxito soñado, pero sí un comienzo digno, aunque otro protagonista habitual, el joven José Luis Cardoso (Aprilia), tuvo que abandonar con el motor roto. Mala suerte, pero no era tiempo aún de inquietarse. Lo mejor se suponía que llegaría después, pero en realidad eso acabaría siendo lo mejor.

Después, el turno de la categoría reina. Sin Puig, pero con Alex Crivillé (Honda) dispuesto a defender el honor. Su intento, no obstante, duró apenas nueve vueltas. Se cayo cuando era segundo, a la estela del incontestable australiano Mick Doohan (Honda), que acabó triunfando con rotundidad para aumentar su ventaja al frente de la clasificación del Mundial. Otra caída también arruinó las esperanzas, de Juan Bautista Borja (Roc Yamaha), la revelación de la temporada, el mejor privado de la cate goría de 500cc.

Crivillé, que hoy parte a Japón para preparar su participación en las 8 Horas de Suzuka, perdió una buena oportunidad de acercarse. al subcampeonato del mundo.

"He perdido el control de la rueda delantera y no he podido evitar la caída", explicó el piloto de Seva, que ahora es quinto en una clasificación en la que Alberto Puig mantiene la tercera posición. empatado con el italiano Lupa Cadalora (Yamaha), segundo en la, carrera de ayer. Tercero fue el australiano Daryl Beattie (Suzuki), el único que puede amenazar a Doohan.

Pese al fallo de Crivillé, faltaba aun una útima opción para los españoles, en 125cc con Emilio Alzamora (Honda) y Herri Torrontegui (Honda) como protagonistas. Pero también se malogró a pesar de los denodados esfuerzos de ambos.

La última oportunidad

El catalán, que llegó a encabezar la carrera, sólo pudo ser séptimo, mientras que el vasco terminó décimo. Más tarde, Alzamora re cibió otra mala noticia para rematar el día: fue sancionado por adelantar u otro piloto cuando no estaba permitido. Ganó el ja ponés Haruchika Aoki (Honda), después de un sprint en la última frente a los alemanes. Dirk Raudies (Honda) y Peter Ottl (Aprilia).

Aoki domina claramente la categoría, pues ayer logró la sexta victoria en ocho carreras y dejó el campeonato casi sentenciado. En definitiva, el Gran Premio de Francia se saldó con el peor resultado de la representación española esta temporada -junto con Japón son los únicas carreras en las que no ha habido ningún podio-. Los españoles aspiran a recuperar la normalidad dentro de 15 días en Donington (Inglaterra).

Las declaraciones de los pilotos españoles fueron un rosario de lamentaciones a la hora de argumentar su actuación. Crivillé apuntó: "Inexplicablemente, la rueda de delante ha, derrapado cuando estaba en pleno viraje. Tal vez ha sido culpa del calor". Borja expuso: "He volcado. La moto no iba bien y al querer pasar a otro piloto he frenado demasiado con los discos delanteros y se me ha levantado la rueda trasera. Al caer ésta no pude controlarla".Checa era de los pocos algo satisfechos: "En la salida me he retrasado un poco y he optado por asegurar el cuarto puesto, un resultado que nos hacía mucha falta". D'Antin se quejó: "La moto en aceleración no funcionaba muy bien, se me iba en las rectas. No he podido seguir el ritmo".

Alzamora también acusó problemas de mecánica: "Nos equivocamos con la puesta a punto de la moto, y los cambios no nos han ido tan bien como esperábarnos". Torrontegui argumentó: "La moto funcionaba bien, pero he tenido dos errores, y después el freno ha empezado a vibrar".