¿Por qué no tenemos un gran 'sprinter`?
Cuando una etapa huele a sprint, los españoles se retiran a sus aposentos. No hay nada que hacer. Sencillamente, no tenemos un sprinter capaz de competir con Cipollini. El verbo ha de conjugarse en pasado: desde los años cincuenta, España carece de un velocista de categoría intemacional. De Miguel Poblet hasta hoy, el desierto. ¿Por qué?Marco Ferreti, un estudioso del ciclismo, entiende que es un problema cultural. "¿Por qué Induráin es español? ¿Por qué en África no nacen ciclistas? ¿Por qué en Colombia sólo hay escaladores?". Ferreti cree que es un hecho inexplicable, muy pegado en todo caso a la idiosincrasia de un pueblo. Y el nuestro no demanda sprinters.
Ángel Edo, del Kelme es el único sprinter español en este Tour. "Por qué me preguntan eso: yo soy un sprinter", responde ofendido. Edo denuncia que se siente discriminado: "El público en España sólo vibra con los escaladores. Si yo llego a una meta detrás de Cipollini nadie me hace ni caso". Walter Godefroot, a los mandos del Telekom, prefiere una explicación entre geográfica e industrial: "En España no hay llanura y, desde luego, no se hace pista. Pero ustedes pueden vivir sin sprinters: para eso tienen a Induráin".
Jalabert es un sprinter a sueldo del ciclismo español. No le preocupa el problema. "Creo que los españoles no tienen un tío rápido. ¿Por qué? No lo sé, no les puedo resolver el problema". Gracias, Jalabert, dejemos que conteste Fondriest, a mitad entre un buen rodador y un corredor con capacidad para hacer un buen sprint. "No sabría decirlo. Antes, los españoles no tenían buenos contrarrelojistas y ahora tienen a Induráin. ¿Qué más quieren?". La excusa Induráin parece aliviar todos los males.
Juan Fernández, director del Mapei y buen sprinter, por cierto, pone algunos dedos en la llaga. Hala de un problema de base: "En las categorías jóvenes se descarta al que no sube, porque todos buscan corredores que aguanten recorridos dificiles".
Todo hace indicar que el modelo Induráin se impone en nuestro ciclismo, como se impuso en su día el modelo Delgado o el modelo Bahamontes. Invertir en un muchacho que mida 1,80 y sea capaz de ser muy rápido no parece interesarle a nadie.
Angelo Zomegnan es el jefe de ciclismo de La Gazzetta dello Sport, diario deportivo italiano. "España es un país de fantasía y la fantasía la ponen los escaladores, su orografía es más bien montañosa y las características físicas de sus ciclistas son poco adecuadas al sprint. El escalador está por encima del velocista".
-Pero ustedes tienen a los mejores.
-Sí, está muy bien. Es lógico, en Italia se corren muchas carreras de un día.
-Y suman hasta 100 victorias en una temporada.
-Sí, sí, desde luego. Pero ustedes tienen a Induráin.
-Cambiaría esas 100 victorias por Induráin.
-Les regalo el pelotón italiano entero. No ganamos el Tour en 30 años, así que es una fruta prohibida para nosotros. Por el Tour seríamos capaces de hacer cualquier cosa.
Así que estamos ante una pregunta que sí tiene respuestas, pero no soluciones: habría que cambiar el ciclismo español de arriba abajo. Y ése es un esfuerzo discutible. El ciclismo español contesta con otra pregunta: ¿si tenemos a Induráin nos vamos a preocupar por competir con Cipollini?
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