El PSOE reconoce una deuda de 10.000 millones y reclama las cuentas a los demás

El PSOE tiene actualmente una deuda de algo más de 10.000 millones de pesetas, aunque se muestra satisfecho porque en un año ha conseguido reducirla en 900 millones. El secretario de Administración y Finanzas del PSOE, Francisco Fernández Marugán, entregó el pasado viernes la contabilidad de las cuentas ordinarias de 1994 al Tribunal de Cuentas para su fiscalización y ayer las mostró a los medios de comunicación al tiempo que pedía que el resto de los partidos le imiten y digan a los ciudadanos cuánto ingresan y cuánto gastan. Fernández Marugán hizo un llamamiento al resto de las fuerzas políticas para que dejen de utilizar la financiación como arma arrojadiza y hablen con transparencia de cómo liquidar la deuda histórica de todos, que asciende a algo más de 20.000 millones de pesetas. Precisó que su, planteamiento nada tiene que ver con el perdón por parte de los bancos.El PSOE, desde que estalló el escándalo de Filesa -actualmente en los tribunales por presunta financiación irregular de este partido-, muestra anualmente a la opinión pública el estado de sus cuentas. Esta presentación va siempre unida a la petición de que el resto de los partidos enseñen las suyas, demanda que hasta ahora nunca ha sido satisfecha, al margen de que todos cumplen la obligación de entregarlas al Tribunal de Cuentas.

Gestión con la banca

La deuda del PSOE a 31 de diciembre de 1994 ascendía a 10.132 millones de pesetas. El año anterior era de 11.032. Según Fernández Marugán, la reducción en casi 900 millones se ha conseguido con una bajada drástica de gastos electorales, el aumento al doble de las cuotas de los militantes y la congelación de salarios de todos los empleados.

Además de los ingresos del Estado, pocos ingresos sustanciosos recibe esta organización política, según declara en sus do cumentos oficiales al Tribunal de Cuentas. Las donaciones de "personas anónimas" ascendieron durante el pasado año a 33 millones de pesetas.

El PSOE sabe que cualquier referencia que haga a la deuda histórica se interpreta como una petición de perdón o amnistía. Aun así, Fernández Marugán pidió ayer a todos los partidos que discutan sin prejuicios sobre el asunto y, con una posición homogénea, se dirijan a la Asociación Española de la Banca (AEB). En esa línea está trabajando la comisión parlamentaria que investiga las presuntas irregularidades de los partidos y elabora una nueva ley de financiación.

El presidente de esa comisión, Luis Mardones, diputado de Coalición Canaria, ha tenido ya varias entrevistas con la AEB, aunque todavía sin resultados concretos. Los trabajos de la comisión se han ralentizado, sin que nadie lo reconozca, a la espera de que los dirigentes de los partidos lleguen a un acuerdo sobre la futura ley.