HALFFTER Y LOS NIÑOS MÚSICOS

El compositor Cristóbal Halffter y su esposa, la pianista María Manuela Caro, fueron literalmente bombardeados el pasado fin de semana, durante más de dos horas, por las curiosas preguntas de medio centenar de niños, miembros de un incipiente grupo musical del pueblo minero de San Román de Bembibre, dirigido por el párroco del lugar, quien había invitado al famoso matrimonio a explicar en concejo abierto al público, en la iglesia, la importancia de la música para el ser humano. Los pequeños, de siete a 15 años, tras interpretar varias obras de Haendel y Mozart con laúdes, bandurrias y flautas, interrogaron al compositor madrileño sobre su humor en casa fuera de los escenarios, sus aficiones, frustraciones, deseos y la relación con los hijos. Halffter, emocionado y sorprendido por el contenido personal de las preguntas, relató con sencillez que lo más importante en su vida es su familia y los ratos que pasa en compañía de sus tres hijos (dos de ellos, también músicos). El músico, autor de más de 100 obras de fama internacional, reconoció que le gustaría saber tocar el órgano y el violonchelo y recordó a su madre, fallecida cuando él tenía 11 años, como la primera maestra que tuvo en su vida. Halffter dijo que no le importaría repetir esta experiencia con los niños y afirmó ante el cura del pueblo: "Es tan importante lo que puedo hacer yo al frente de la Orquesta de Berlín como lo que hace usted al frente de este grupo de niños". Al final del acto, el músico fue obsequiado con un bastón de madera realizado por un artesano del pueblo. Más tarde, el matrimonio compartió mesa con el pueblo en un mesón cercano.-