¡Qué bonito!
Qué bonito el compromiso adquirido por el alcalde de la capital con sus ciudadanos para hacer un Madrid más limpio y ecológico, qué bien que por fin dispongamos de gran cantidad (tal vez un poco osados en su diseño y desmesurados en cuanto a cantidad) de contenedores para el arrojo de nuestras botellas y pilas. Qué bonito también es que ese mismo alcalde se comprometiera por escrito en el mes de febrero del pasado año con el colectivo de los cerilleros para la pronta instalación de mobiliario urbano, evitando así el trajín diario de nuestros tenderetes de toldos y lonas, reconociendo de esta manera las penosas y duras con diciones de nuestro trabajo.Qué bonito cómo aún sueñan con su quiosco los cerilleros.
Qué bonito es el compromiso, qué fea es la demagogia.-
Presidente de la Asociación Madrileña de Cerilleros en la Vía Pública.
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