"Los taxistas me preguntan si todavía ando por aquí

Años antes de venir a Madrid, Víctor Manuel (Mieres, Asturias, 1947) era un guaje de escuela que aprovechaba la menor oportunidad en el colegio para imitar a Joselito, su ídolo. Cuesta imaginárselo, pero sí. "Me ponía un jersey de rayas y cantaba siempre La campanera, igual que El Ruiseñor de las Cumbres". No hay más memoria musical, de su Asturias natal, aunque los recuerdos lo fueron todo para sus letra!Madrid sin embargo, ahí le estaba esperando para su formación y despegue Ya lleva en esta ciudad más de tres decenas de años, pero este Víctor sigue siendo asturianín, en sus composiciones y en sus ademanes. A punto está de arrancar en una macrogira con Pablo Milanés en el espectáculo En blanco y negro, diseñado por José Carlos. Plaza y producido por Víctor y Pablo, por cierto, grandes amigos des de que se conocieron en La Habana en 1976 y empezaron a saber más el uno del otro después de largas noches de canciones y ron. Después de su última pro ducción con Mucho más que dos, en En blanco y negro sí que no estará Ana Belén: "Ella tiene proyectos hasta el 96, aunque se guro que algún día tiene el mono y se viene a algún concierto".

Pregunta. A los 17 años ya estaba en Madrid.

Respuesta. Sí, incluso los taxistas me preguntan si todavía ando por aquí.

P. ¿La Puerta de Acalá o Pongamos que hablo de Madrid cree que tuvieron éxito porque esta ciudad reclama algo así como canciones insignia?

R. No sé si ahora existe, pero al menos si ocurrió con Tierno Galván; él dio a los madrileños el orgullo de sentirse de Madrid.

P. ¿Hay algo más madrileño en todo su repertorio que La Puerta de Alcalá?

R. Eso es difícil, pero sí, tengo una canción que se llama Madrid, precisamente. Digo en ella: "Al pie de un medio río medio seco planté mi casa".

P. En su gira con Pablo Milanés va a recuperar alguna de estas canciones menos agraciadas.

R. Sí, que aunque no han corrido buena suerte tú las quieres igual; por ejemplo, Parque Berlín, No hemos inventado nada o Sube al desván. Pero en el 80% del concierto vamos a cantar juntos Pablo y yo; luego nos intercambiaremos canciones de las previsibles; por ejemplo, Pablo puede cantar Soy un corazón tendido al sol, y yo, La vida no vale nada.

P. ¿Pero usted sigue con el corazón tendido al sol?

R. Suelo estar abierto y receptivo a todo lo que se mueve a mi alrededor.

P. Entre el de Madrid y el de Gijón; ¿sería capaz de elegir entre uno de estos conciertos?

R. Bueno, son dos públicos muy distintos. No, no haga que se me parta el corazón.