Dresdner ofrece 200.000 millones de pesetas por Kleinwort Benson
El banco alemán Dresdner ha hecho una oferta pública de adquisición de acciones del banco británico Kleinwort Benson, con el total acuerdo de esta entidad y tras varios de meses en los que se venía barajando esta posibilidad. La operación, de la que sólo ayer se obtuvo la confirmación, podría llegar a alcanzar 1.145 millones de libras (unos 220.000 millones de pesetas), ya que se calcula un precio por acción de entre los 724 peniques a que cerró anteayer en la Bolsa de Londres y los 850 que señalan algunas fuentes de la City. Ayer, la cotización bajó cinco peniques.
"El consejo de administración de Klemwort Benson ha mostrado su acuerdo en seguir estudiando los beneficios que podrían resultar de una combinación de ambos bancos", aseguró la entidad en un comunicado difundido ayer y que remitía a una posterior ampliación de la información. La respuesta definitiva podría conocerse en un plazo de diez días."Para un gran banco internacional que desee ser tenido en cuenta, es necesario estar presente de una manera adecuada en Londres", había declarado ya en diciembre Jürgen Sarrazin, presidente del Dresdner, el segundo mayor banco alemán. En este sentido, fuentes del Dresdner han indicado que varios cargos de la entidad alemana se desplazarán a Londres, si la compra tiene éxito, a fin de adquirir experiencia en la plaza.
Caso de cumplirse el acuerdo, Kleinwort, Benson va a seguir el mismo camino que otros reconocidos bancos británicos que han pasado a manos extranjeras. Este hecho está siendo motivo de polémica en el Reino Unido, ya que el mundo financiero teme que Londres se quede sin ningún banco de inversiones independiente. Recientemente, otros dos grandes bancos, el Barings y el S. G. Warburgs han sido adquiridos por el grupo holandés Internationale Nederlanden y por el Swiss Bank, respectivamente. En 1989, Morgan Grenfell fue adquirido por el Deutsche, el rival tradicional del Dresdner.
Los expertos apuestan por una rápida resolución de la operación, para evitar problemas similares a los que sucedieron en el caso de la venta de Warburg, que se tradujeron en una profunda desmoralización de su plantilla.
