Arriba o abajo

En los ayuntamientos, salvo excepciones más achacables a enconamientos personales que a diferencias políticas, los acuerdos entre PSOE e IU no parece que vayan a presentar demasiados problemas. La polémica surgida en el seno de IU en torno a la posibilidad de pactos de gobierno ha sido, al final, como "verdura de las eras".El debate se ha reducido a un concepto -acuerdos globales- que, evidentemente, tiene su importancia, pero más por la facilidad para alcanzar pactos que por la eficacia final del mismo. Pactos globales o pueblo a pueblo, poco importa, si lo que no hay -o hay- es voluntad negociadora. Se acuerde lo que se acuerde en las cúpulas, nadie garantiza nunca al cien por cien lo que vaya a pasar en las bases. Para bien o para mal.

Las más dolorosas espinas están en la comunidad de Asturias y en las capitales de Málaga y Cordoba. Sólo un milagro puede hacer que Asturias no termine, por omisión de IU, en manos de los populares. Las alcaldías de Córdoba y Málaga están, por el principio de reciprocidad, también en el aire.

Sin embargo, en Izquierda Unida hay quien confía, íntimamente, en que los socialistas no serán capaces de dejar que los populares se hagan con la vara de alcalde en dos plazas que, tradicionalmente, han estado gobernadas por ediles de izquierda.

Pero no es tan sencillo. Los pactos de IU en Extremadura y la imposibilidad de que, a cambio de votar a IU en Córdoba y Málaga, la coalición suavice la férrea tenaza en Andalucía, han irritado profundamente a los socialistas, que estarían dispuestos a responder con las mismas armas en estas dos ciudades. Hay sectores de IU que no se sienten especialmente preocupados por ello: esta actitud serviría de coartada para incrementar su presión sobre el PSOE y justificar la pérdida de Asturias.