Los socialistas aragoneses, divididos entre quienes piden una gestora y los que solicitan un congreso extraordinario

La crisis en el socialismo aragonés está causando la división entre quienes reclaman la celebración inmediata de un congreso extraordinario (fundamentalmente, los organizados en torno al ex presidente, José Marco) y los que solicitan la puesta en marcha de una comisión gestora. Ésta supliría el vacío de poder tras la desautorización a Marco desde la Secretaría General de Organización y la renuncia de más de la mitad de los miembros de la comisión ejecutiva regional por la negativa de Marco a abandonar, de hecho, sus cargos.Los renovadores han comenzado, por primera vez en varios años, a agruparse alrededor del que fuera delegado del Gobierno en Aragón y actual presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Carlos Pérez Anadón. Tradicionalmente en desacuerdo entre sí, las familias no marquistas han mantenido en los últimos días, incluso durante el fin de semana, varios encuentros para impulsar una unidad de acción al frente de la que situarían al secretario provincial de Huesca y reciente candidato a la presidencia de la comunidad, Marcelino Iglesias.

El líder oscense ha mantenido hasta ahora una actitud "excesivamente tibia", según algunos renovadores, que, sin embargo, entienden que, con Pérez Anadón -tras quienes se situarían militantes históricos y representantes sindicales próximos al PSOE-, se trataría de establecer la "bicefalia" necesaria para controlar el poder interno y ofrecer una nueva imagen pública del socialismo aragonés regenerado.

Por su parte, los hasta ahora agrupados en torno a Marco, radicados casi en su totalidad en Zaragoza y amparados en las instituciones, de las que la mayoría se verán desalojados por el pacto global de Gobierno de populares y regionalistas, prefieren hablar de "integración" frente a la "renovación" defendida por el otro sector. Significativamente, ya no defienden en público la continuidad de Marco, aunque hablan de su inocencia en las causas que tiene abiertas en los tribunales.

Marco se sentará el miércoles para responder de una malversación de fondos públicos y de la falsificación de documentos oficiales en el denominado caso del sillón. El dirigente socialista está acusado de instalar en su domicilio uno de cuero valorado en 80.000 pesetas y que habría sido adquirido con dinero de la Diputación de Zaragoza.

Los renovadores del PSOE de Aragón esperan que la ejecutiva federal del partido aborde hoy la situación en la organización regional y conozca las conclusiones del expediente abierto por Cipriá Ciscar a Marco. En el informe Ciscar puede recomendar la separación de Marco del partido antes de que se siente en el banquillo, según fuentes de la dirección socialista.