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España no alcanza la cifra mágica

Los sub 21 buscaban cinco goles para ser cabeza de grupo

La selección española sub 21 rozó su propósito pero acabó con el mal sabor de boca de no consumarlo ni de ofrecer un juego convincente. Precisaba cinco goles para conferir visos de realidad a sus sueños de clasificación para los Juegos Olímpicos de Atlanta. Se quedó en cuatro. Pero lo peor fue la sensación de haber trazado un camino erróneo para conseguir sus propósitos. El árbitro y los jueces de línea no estuvieron finos y anularon un par de tantos que podían haberle dado a España los cinco tantos que precisaba para igualar su desfavorable diferencia de tantos respecto a Bélgica, que debe jugar en Macedonia.

El equipo español siempre buscó caminos difíciles y se basó más en el talento y el empeño de sus individualidades que en acciones controladas. Ello permitió que la ruda y voluntariosa defensa armenia encontrara el balón con facilidad y, de tanto maltratarlo, acabara por nublar aún más las escasas ideas que demostró el equipo español. Siempre dio la sensación de que Dani y Lardín fueran por libre o, simplemente, a la caza de un balón suelto para resolver por su cuenta y riesgo. Clemente, que dirigió el partido desde el banquillo junto a Goicoetxea, logró una mayor verticalidad con la puesta en escena de Raúl y Morales. El extremo del Sporting, en especial, brilló en constantes acciones en las que por rapidez y picardía ganó por la mano a la defensa armenia. España deberá ahora esperar un tropiezo de Bélgica o mantener un rendimiento ofensivo que no parece a su alcance.

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