Adiós, Lola

Cómo me encantó ver al pueblo de Madrid volcarse con su Lola, porque, además de ser gitana y ser de Jerez, y ser la Lola ¡de España!, ¡de España!, es la Lola nuestra, la de Madrid, y ella, que tanto quería a Madrid, se ha muerto en las fiestas de San Isidro. Yo no sé por qué se le ocurre al Gobierno decir que somos racistas (sic) cuando aquí no entendemos de razas, sobre todo en Madrid, donde nadie se siente forastero. Y, para mí, a Lola Flores tendríamos que hacerle un monumento a base de suscripción popular.Yo la admiro como artista y como mujer, pues es un ciclón. Pero por lo que más la aprecio es porque ha sido Siempre una gran madre, una gran luchadora por sacar adelante a su familia, y sobre todo a ese hijo del que ella solía decir: "Ése me ha salido hippy", y es el que más me preocupa, y todos sabíamos que era drogadicto, pero se ha regenerado y ya no se droga; y conseguir una cosa así es dificilísimo, pero esta faraona lo consiguió.

En fin, Lola Flores, que rezamos por ti para que estés en el cielo, pero como seguro que estarás (porque tú siempre decías que eras muy cristiana), échanos desde allí una mano, que en estos difíciles viene tiempos tan bien-