La mitad de los cargos públicos deben su cuota a la Federación Socialista Madrileña

En un comité regional de la Federación Socialista Madrileña, hace tres meses, se desató una tormenta, hasta ahora secreta porque fue borrada incluso de las actas. Uno de los dirigentes presentes denunció que la mayoría de los. cargos públicos militantes no estaba al día en las cuotas. No era una crítica nueva. Meses antes ya se había especificado que la deuda por esos incumplimientos era de más de 40 millones. En la FSM militan más de 300 cargos pide distintas administraciones, de los cuales más de la mitad, según aquella denuncia ante el comité, mantienen una deuda sobre esa cuota, que también se conoce vulgarmente como el impuesto revolucionario.

La denuncia subió de tono cuando el interpelante empezó a leer una lista de morosos que alcanzó 42 nombres, algunos muy relevantes.

En esa lista estaban, por ejemplo, un concejal histórico -ahora diputado regional- y dos destacados consejeros del Gobierno de Leguina. Los estatutos del partido no permiten, teóricamente, entrar en una candidatura si no se está al corriente de pago.

La lectura de los 42 nombres provocó el escándalo porque, al parecer, entre los mencionados había errores y, sobre todo, situaciones personales -fundamentalmente separaciones matrimoniales- que justificaban el impago. Esas complicaciones, además, ya eran conocidas por la dirección de la FSM, que ha negociado con los afectados. Alguno debía 300.000 pesetas.

La situación admite, además, otras interpretaciones. Un consejero regional, que cobra unas 420.000 pesetas mensuales, debe aportar a la FSM, por ejemplo, 23.000 pesetas. Su cargo no acepta ninguna compatibilidad con otras responsabilidades o trabajos y no puede cobrar por asistir a consejos de administración. Estas limitaciones, sin embargo, no las soportan los diputados, que además de sus sueldos pueden percibir dietas de consejos, retribuciones profesionales privadas y pagan de cuota 5.000 pesetas al partido.