Los socialistas negociarán para que los acuerdos con la coalición sirvan para formar gobiernos conjuntos
La ejecutiva regional de la Federación Socialista Madrileña (FSM) hizo ayer examen de conciencia, tras los resultados del domingo, durante algo más de tres horas. La primera conclusión es el desacuerdo en la catalogación de los mismos, que admite matices entre la "derrota atenuada", como la califican los sectores renovadores y guerristas mayoritarios, y "el desastre estrepitoso", como la resumen los minoritarios renovadores de la base.El secretario general de la FSM, Jaime Lissavetzky, sí extrajo al menos dos acuerdos de la reunión de ayer. El primero es que el partido impulsará en todos los ayuntamientos posibles de la corona metropolitana gobiernos de coalición con IU y en los casos problemáticos -"porque IU no sea capaz de superar las rencillas personales entre los candidatos de las dos formaciones de izquierda"- se apoyará a la lista más votada como "opción inínima". Todo ello con el objetivo de frenar cualquier posibilidad de más gobiernos del PP de los ya obtenidos por este partido.
El otro análisis común es que la actual ejecutiva, que surgió de un congreso hace poco más de un año, debe ser refrendada mayoritariamente de nuevo por un comité regional el próximo día 11 de junio. Ese órgano de gobierno lo componen más de 540 dirigentes. La ejecutiva de ayer la forman 44 personas.
Pedro Castro, alcalde de Getafe, se expuso como ejemplo de lo acordado ayer en la FSM. Afirmó, a la salida de la cita, que en su. ayuntamiento habrá gobierno de coalición con IU. Los municipios más conflictivos para lograr ese pacto son, en estos momentos y desde- la óptica del partido socialista, Móstoles y Parla.
Lissavetzky ya avanzó ayer cuál iba a ser la política de la FSM en los próximos días a Ángel Pérez, coordinador regional de IU, en una conversación telefónica.
Los socialistas madrileños, sin embargo, no se mostraron unánimes a la hora de encontrar las causas de la derrota del domingo. Mientras para Lissavetzky el principal obstáculo con el que se enfrenta el PSOE ha sido la ola antisocialista, de la que Madrid es su cresta, para los renovadores de la base, uno de los problemas principales ha sido la política aplicada por el Gobierno socialista de la Comunidad y por el grupo en la oposición en el Ayuntamiento de Madrid.
La marcha de Leguina
Ni Lissavetzky ni representantes del sector guerrista de la FSM quisieron ayer avanzar lo que sucederá con las personas que deben acaparar en los próximos cuatro años la dirección de los socialistas madrileños. La marcha de Leguina es aceptada, aunque ayer se ofreció para trabajar en el partido, pero nadie quiere hablar todavía de quién y cómo se debe ocupar su hueco en la Asamblea. Lissavetzky, el delfin con más papeletas, recordó ayer cuál es su tesis sobre este punto: "Soy favorable a los liderazgos colectivos aquí en Madrid para el trabajo en la oposición".
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