Los socialistas resisten en poblaciones medias y pequeñas

El 28 de mayo ha dividido al país en dos Españas electorales: las grandes ciudades y las autonomías pasan al control de la derecha, pero los pequeños y medianos núcleos seguirán dirigidos por la izquierda. La derrota socialista en las elecciones del domingo ha estado mitigada por el apoyo fiel al partido de Felipe González en poblaciones menores de 50.000 habitantes.Sólo así puede entenderse que el PP arrase en casi todas las capitales de provincia y, sin embargo, sólo haya una diferencia de un millón de votos a favor de los populares. Gracias a este fenómeno, el PSOE mantiene en su poder el 30,8% de los votos, como en las europeas del pasado año. Por primera vez, estos votos se distribuyen de forma regular por todas las regiones. Andalucía es un ejemplo típico de esa dualidad: el PP ha ganado en las ocho capitales, pero los socialistas frenan su caída en los pequeños núcleos y mantienen en su poder casi todas las diputaciones (la de Sevilla con mayoría absoluta).

Los socialistas han tenido su techo de voto en 1982 (10,1 millones de sufragios) y 1993 (9,1 millones), mientras el PP lo registró el pasado domingo (7,8 millones). El PP, por tanto, se encuentra en plena senda ascendente, mientras el PSOE experimenta altibajos en las últimas consultas -dependiendo sobre todo de la participación- y parece estancarse en esos 30 puntos tras la sangría de los dos últimos años.

De hecho, 3,4 millones de votantes abandonaron a los socialistas entre las generales de1993 y las europeas del año pasado (votaron a otros o se abstuvieron), pero ahora han recuperado 1.100.000 votos.

El PP suma 400.000 votos más a los que obtuvo en las europeas. Los dos partidos, sin embargo, pierden votos respecto a 1993: el PSOE 2,3 millones y el PP 400.000, pero entonces la participación fue más elevada.

Si la comparación es con las anteriores municipales, los populares han convencido a 3,1 millones de nuevos votantes, y los socialistas dejan escapar a 400.000.

Del análisis global de elecciones y sondeos, se deduce que el PSOE sigue siendo el principal granero de votos para PP e IU, coalición que sube un millón de votos respecto a 1991.

Para los populares, el más fuerte freno a su expansión quizás ya no es el PSOE, sino los nacionalistas y regionalistas. Las arcas electorales de estos últimos engordan hasta los 850.000 votos.

PNV y CiU suman más votos que en 1991, pero los catalanes rebajan su apoyo 3 puntos en Cataluña. HB pierde 15.000 votos.