El Banco de España dice que la política monetaria no basta para bajar la inflación

El director del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, señaló ayer en Madrid ante un grupo de inversores extranjeros y nacionales que el peso del control de la inflación no puede recaer sólo en la política monetaria y que el Gobierno debe hacer esfuerzos adicionales para corregir la "preocupante evolución de los precios". Malo de Molina, según comentaron algunos de los asistentes a las jomadas sobre el mercado de valores organizadas por FG Inversiones, recomendó la introducción de nuevas reformas legales para recortar el déficit público y cumplir el objetivo fijado para 1995 y 1996, un 5,9% y un 4,4% del producto interior bruto (PIB), respectivamente.Para Malo de Molina, el banco central ya ha hecho su parte en el control de los precios. Los tipos de interés oficiales han subido dos veces en lo que va de año -hasta el 8,5%- para contrarrestar el efecto en los precios del aumento de los impuestos indirectos y la devaluación de la peseta. Los agentes sociales también se han comportado satisfactoriamente, dijo, pues los aumentos salariales están siendo moderados. Añadió que la economía española crece a una velocidad de crucero del 3% y que en los últimos meses está siendo la demanda interna, y no la externa, como al principio de la recuperación, la que tira de este crecimiento.

En una conferencia posterior, el vicepresidente del Santander, Matías Rodríguez Inciarte, aseguró que el grupo bancario ha corregido sus previsiones acerca del saneamiento de Banesto, que el banco adquirió en la primavera de 1994. En vez de cuatro serán tres "o menos", dijo, los años que el Español de Crédito tendrá una contribución negativa al grupo. El coste de la asimilación de Banesto también será inferior a los 40.000 millones previstos inicialmente.

Rodríguez Inciarte señaló que Banesto espera obtener entre 100.000 y 150.000 millones de pesetas de la venta de participaciones industriales y que espera situar la tasa de morosidad de los nuevos créditos en el 3%. La morosidad del grupo Santander -incluido Banesto- en enero de 1995 se situaba en el 4,87%, lo que representa un deterioro sobre las tasas registradas por el Santander en 1994 (un 3,53%) y en 1993 (3,54%).