Los nuevos héroes

Hace solo dos temporadas Curro Ávalos, Gaby Ruiz o Dani Romero se batían el cobre en los equipos inferiores de Unicaja en fases intersector con la aspiración de disputar un campeonato de España. Hoy tienen la oportunidad de proclamarse campeones de la Liga ACB. Cuando se paran a pensarlo también a ellos les parece increíble. Ninguno de los tres está aquí como convidado de piedra. Ávalos (21 años), por ejemplo, dirigió al equipo en los minutos decisivos del tercer partido de la serie final en el que el base titular, Nacho Rodríguez, no estuvo tan preciso como en otras ocasiones. Anotó 10 puntos y con Gaby Ruiz (22 años) fueron los principales bastiones del juego exterior del equipo. Dani Romero (22 años) fue una de las apuestas defensivas de Javier Imbroda en el segundo partido de la final, en el que lo alineó como titular. Quienes ayer eran unos desconocidos, hoy reciben trato de héroes.En Málaga ya se empieza a hablar de la Badalona del sur. El proyecto del Club Baloncesto Málaga, resultante de la fusión entre Unicaja y Mayoral Maristas siempre ha mirado a la cantera con un especial mimo. La apuesta ha sido real, Unicaja es el equipo más joven de la ACB, no ha cesado de incorporar jugadores de la cantera a la primera plantilla y no es ni de lejos el típico equipo revelación basado en un quinteto titular. "Si fuera así nunca habríamos llegado a la final de la ACB", comenta Pedro Ramírez, entrenador del segundo equipo, que milita en la liga EBA. El caso de Gaby Ruiz es ilustrativo. El jugador nacional quizá con más fundamentos del equipo ha sido repetidamente acusado de irregular y frío. Sus últimos tres meses han sido excelentes. Factores como éste ayudan a explicar que Unicaja haya llegado a la final en un dulcísimo momento de juego.

La revolución de Unicaja ya se veía venir. El año pasado, cinco jugadores de este equipo estuvieron entre los 20 mejores menores de 23 años de la Liga: Rodríguez, Ruiz, Ávalos, Reyes y Lázaro -este año en el TDK Manresa- Sobre todos ellos destaca en especial el caso de Nacho Rodríguez, a quien Imbroda considera "el alma del equipo fuera y dentro de la cancha". Rodríguez (24 años) debutó en la ACB de la mano de Imbroda en Maristas. Es todo un veterano. Este año ha conseguido por fin vencer su exagerada timidez y lo que los técnicos tanto le reclamaban: hablar en la cancha no sólo con el balón en las manos y transmitir a sus compañeros lo que conviene hacer en cada momento. A Nacho le ha llegado este año la internacionalidad y también las ofertas millonarias. Pero difícilmente dejará Málaga.

La cantera no cesa de dar frutos. Está el base Serrano (21 años) en la recámara. Y tiene su perla: el pívot Ricardo Guillén (19 años, 2,05 metros), considerado uno de los mejores jugadores del Europeo júnior de Tel Aviv del año pasado.