La polémica sobre la reforma fiscal de Aznar calienta la campaña electoral
La polémica reforma fiscal que aplicaría el PP si José María Aznar llegase a La Moncloa calentó ayer la campaña electoral. En su segundo día de mítines, los políticos se enzarzaron en duras acusaciones tras conocerseque los populares quieren eliminar la práctica totalidad de las desgravaciones en el IRPE Acosado por un cúmulo de reproches, Aznar pasó a la ofensiva. En el primero de sus actos, en Santander, proclamó que losque defienden el actual sistema lo hacen 66porque están enfangados en el fraude, que es un escándalo en este país". Varios ministros le replicaron. Según Javier Solana, el presidente del PP ha mentido a los españoles.
El presidente del PP indicó ayer que sólo hay dos posibilidades de afrontar la fiscalidad: mantenerla como está, "con el 24% de paro y tres billones de fraude", o ir a una reforma "que sirva para trabajar y crear empleo". Aznar atacó a los que están "enfangados en el fraude fiscal" y defendió que su propuesta debe servir "para fomentar el ahorro, la inversión y el empleo, porque si no, no sirve". No dio más explicaciones ni aclaró qué desgravaciones quiere suprimir. Tampoco lo hizo en León su número dos, Francisco Álvarez Cascos. "Lo siento, el que quiera conocer el reglamento del IRPF tendrá que esperar a que el PP gobierne", dijo quien fue señalado ayer por Aznar como miembro de un futuro Gobierno del PP.En el PSOE se encargaron de replicarle Narcís Serra, Javier Solana y Alfredo Pérez Rubalcaba. Para este último, Aznar encarna, con su política fiscal, a un "anti-Robin Hood". Alfonso Guerra aseguró que los populares "sólo tienen deseos de poder y de favorecer a los ricos".
Páginas 15 a 17 Editorial en la página 12
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