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Dos chicos de 14 años apuñalan y golpean a otro en el patio de un colegio

El colegio exige a los padres de la chica que incitó la pelea que la acompañen al ir al comedor"

Dos chicos de 14 años han sido interrogados por el Grupo de Menores de la Policía por golpear y apuñalar a un estudiante de 80 de EGB, de la misma edad, en el patio de un colegio público situado en el distrito de Villaverde, en la zona sur de Madrid.

Los agresores son miembros de una tribu urbana denominada Street Radical Rap (Raperos Radicales de la Calle). El presunto autor material del apuñalamiento asegura que navajeó al estudiante -le alcanzó en la pierna- siguiendo las instrucciones del otro colega de su tribu.

El apuñalamiento de A. G., iniciales del herido, se produjo el pasado 26 de abril. Una chica de 13 años, cuyo nombre comienza por P., solía acudir al comedor del citado colegio para almorzar. Un día discutió con un estudiante de 80, que también almorzaba allí, e incluso llegaron a las manos. La chica, enrabietada, le contó lo sucedido a su novio, uno de los supuestos cabe cillas de la Street Radical Rap: "Me dio puñetazos y yo le tiré de los pelos y le di una patadá", le confesó ella.

El novio de la chica, cuyas iniciales son M. A., de 14 años, decidió intervenir. Poco antes de las tres de la tarde del día 26, se presentó en el centro con un colega de la tribu. Se trata de J. C., de 14 años.

El estudiante, de 80 almorzaba a esa hora. Dos amigas de la novia entraron en el comedor para avisarle: "Hay dos chicos fuera que quieren decirte una cosa".

Al salir al patio, el estudiante observó a su compañera de comedor dialogar con un chico de pelo rapado; y detrás de la verja del patio, a un muchacho con el pelo oscuro y largo (el novio de su compañera). Este le hacía gestos para que se acercase a la verja. "¿Tú has pegado a P. [inicial del nombre de !u novial]?", inquirió. "Sí", contestó. Entonces, metió la mano a través de los barrotes de la verja y golpeó contra los hierros al estudiante, que echó a correr. "Sujétale, que se escapa", gritó a su compañero del pelo rapado, que estaba dentro, en el patio.

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El alumno se dio la vuelta, según su propio testimonio, y notó un fuerte pinchazo en una pierna. Cayó al suelo y se tapó la cabeza con las manos. Segundos después, recibió patadas y puñetazos del novio, que ya había entrado en el colegio, y también del rapado. Los agresores salieron corriendo después, al ver que se acercaban otros alumnos y varios profesores.

El herido fue observado en el hospital Doce de Octubre. Tenía una herida leve de arma blanca en el muslo izquierdo, y hematomas en otras partes del cuerpo.

Las versiones de los hechos ofrecidas por los agresores son contradictorias. El chico del pelo rapado, J. C., ha confesado a la policía ser el autor del navajazo en la pierna. Pero asegura que lo hizo por miedo a desobedecer las instrucciones que le había dado al respecto su colega M.. A., supuesto cabecilla y novio de la chica. "M. A. me había advertido que yo le pinchase mientras él le pegaba", y que si no lo hacía "me iba a enterar", señaló.

Intervino con la navaja, matizó días después ante la policía, cuando M. A. y el estudiante ya estaban enzarzados, y al ver que su colega le miraba con "un gesto de desagrado" por su inactividad, en la pelea.

PASA A LA PÁGINA 3

Le clavó la navaja para hacerse el fuerte" relata uno de los menores que intervinieron en la agresión

VIENE DE LA PÁGINA 1J. C., el chico que asestó la puñalada, ha contado a la policía que, tras el incidente, ha visto a M. A., y que éste, chuleándose", le ha advertido que "sólo él debe comerse el marrón". Se refería a las consecuencias policiales que puedan derivarse de la agresión.

La versión que ha ofrecido sobre el suceso M. A. es bien distinta. Sólo admite haber reñido con el estudiante. Y que lo hizo porque éste, en la verja del colegio, le espetó que había pegado a su novia porque le "daba la gana". No obstante, niega haber ordenado a J. C. que pinchase al chico. "Luego le pregunté por qué le había clavado la navaja y me dijo que le había llamado psicópata".

M. A. va más allá en su intento de autoexculpación: cree que su colega apuñaló al alumno "para hacerse el fuerte". La novia, por su parte, reconoce que contó a M. A. (con el que sale desde hace dos meses) lo sucedido con su compañero de comedor para que le diera un susto, pero nada más.

El director del colegio, Francisco Muñoz, indicó ayer que ha prohibido a la chica la posibilidad de almorzar en él comedor del centro si ésta no va acompañada de sus padre o de algún profesor de su colegio. Desde que ocurrió el suceso ha dejado de ir al centro, según Muñoz. La chica estudia en un colegio cercano que carece de comedor, por eso almorzaba en el otro centro. Muñoz resta importancia a la herida de arma blanca sufrida por su alumno: "Afortunadamente sólo fue un arañazo", explicó ayer. Y aclaró que es la primera vez -que ocurre una agresión, de este tipo en su centro, que tiene unos 500 alumnos.

Ocho vigilantes

Varios profesores subrayaron que las puertas del centro suelen estar siempre cerradas, pero que el incidente ocurrió en un momento -sobre las tres de la tarde- en que estaban abiertas porque era la hora de entrada a las clases.

"Al mediodía se suelen quedar en el centro ocho personas vigilando, pero en ese momento estaban ordenando las filas de alumnos, para entrar en las aulas", señaló un profesor. Los docentes, al ver el revuelo de la agresión, acudieron enseguida y atendieron, al alumno, destacaron. Fue el director quien denunció el hecho a la policía. Los padres del chico herido han expresado al director del colegio su temor de que el chaval sea agredido otra vez; acude todos los días al colegio con un hermano pequeño.

Fuentes policiales indicaron ayer que los integrantes de esta tribu, que se distingue por su afición al rap y por hacer pintadas en paredes de la calle, suelen ser menores de edad que operan en la zona de Villaverde. Aclararon que, hasta ahora, no tenían conocimiento de acciones delictivas cometidas por miembros de esta tribu.

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