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La mecánica deja a Sainz a remolque en Córcega

La igualdad entre los favoritos presidió la primera etapa del Rally de Córcega, disputada ayer entre Ajaccio y Bastia. Sólo los dos pilotos de Ford se destacaron ligeramente del grupo de notables y sobresalió la actuación del teórico número dos del equipo, el belga Bruno Thiry, que encabezó la prueba desde el inicio. Fue tan sorprendente el liderato de Thiry, un piloto que busca su primer triunfo en el Mundial, como la posición retrasada que ocupó Carlos Sainz (Subaru) toda la jornada.El piloto español, líder del campeonato antes de esta cuarta carrera del año, descubrió leves problemas en su coche desde el principio y los arrastró en las pruebas cronometradas iniciales. Después de las tres primeras ya había perdido medio minuto.

La causa de su incomodidad al volante del Subaru -el mal funcionamiento del diferencial central y por tanto de la distribución de potencia- volvió a obligar al piloto español a arremangarse el mono y hacer de mecánico bajo el coche. Ocurrió en uno de los puntos del recorrido donde sólo los pilotos pueden intervenir en sus vehículos. Y los mecánicos se limitaron, una vez más, a ser espectadores y a asesorar a Sainz. Una vez resuelto el problema, al parecer con el chip que controla la presión de aceite del diferencial, el bicampeón español empezó a remontar desde la novena posición hasta terminar la etapa en quinto lugar de la general a 51 segundos de Thiry.Agrupados

Por delante ya sólo dejó al líder, a los dos grandes. favoritos de la carrera, los franceses Francois Delecour (Ford) y Didier Auriol (Toyota), y al italiano Andrea Aghini (Mitsubishi). Y por detrás quedaron sus dos compañeros de equipo, el escocés Colin McRae y el italiano Piero Liatti, y sobre todo su gran rival de siempre, el finlandés Juha Kankkunen (Toyota).

Sin embargo, las diferencias acumuladas durante los ocho primeros tramos cronometrados del rally no fueron en absoluto definitivas. Y todos los favoritos acabaron agrupados en el estrecho margen de un minuto.

Se vio, eso sí, que los Ford son los coches que batir después del trabajo desarrollado por todas las escuderías en el mes y medio transcurrido desde la anterior prueba, en Portugal. Sólo Aghini y Auriol, con un triunfo parcial cada uno, impidieron la completa hegemonía de los pilotos de esta marca en la jornada de ayer. Thiry realizó la mejor exhibición de su vida y se anotó la victoria en cinco tramos.

Sainz, que quedó impresionado por los Ford y dijo que son "inalcanzables", atribuyó su gris actuación a dos problemas de tipo mecánico: "He tenido un contratiempo con el funcionamiento del diferencial que he tenido que arreglar yo mismo. Pero los malos tiempos del principio se han debido a una suspensión muy blanda que no hemos podido cambiar hasta los dos últimos tramos". El piloto español se mostró esperanzado: "Desde que hemos montado unos muelles mucho más duros, el coche ha sido más conducible y los tiempos más normales. Eso me anima con vistas a la etapa de mañana [por hoy], en la que intentaré distanciar a Kankkunen y atrapar a Auriol".

Hoy se disputa la segunda etapa, entre Bastia y Calvi, con 6 tramos y 149 kilómetros cronometrados.

Clasificación 1º. Bruno Thiry (Ford), 1 hora, 38 minutos, 38 segundos;. François Delecour (Ford), a 6s;. Didier Auriol (Toyota), a 20s;. Andrea Aghini (Mitsubishi), a 44s;. Carlos Sainz (Subaru), a 51 s;. Piero Liatti (Subaru), a 52s;. Colin McRae (Subaru), a 54s;. Juha Kankkunen (Toyota), a 57s.

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