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Héroes taurinos de Las Ventas

Homenaje a las 126 figuras del toreo que han salido a hombros de la plaza

Las Ventas se tiñó ayer de alegría y bellos recuerdos. Fue merced al motivo homenaje que la Comunidad de Madrid, propietaria del coso neomudéjar, rindió a todos los coletudos vivos que acumulan en sus hojas de servicio a la fiesta el triunfo mayor que pueda darse en esta religión laica: salir a hombros de la Monumental. Cerca de cuarenta de estos héroes táuricos de tres generaciones distintas triunfadores en la cátedra venteña, desde su inauguración oficial en 1931, acudieron a los actos.Veteranas estrellas sagradas con más de sesenta años, muchas de las cuales llevaban bastantes lustros sin verse, se fundían en emocionados abrazos: Rafael Ortega, Gregorio Sánchez, Andrés Vázquez, Pedrés, Victoriano Va lencia, Jumillano y Manuel Amador, entre otros. Compartieron homenaje con representantes de la siguiente generación, cuarentones, como Curro Vázquez, Miguel Márquez, Ruiz Miguel, Niño de la Capea etc. Y con los más jóvenes, todavía en activo y deseosos de ampliar su colección de puertas grandes: Fernando Lozano, Óscar Higares y Juan Cuéllar.También compartieron mesa, y mantel al medio día, y una cerrada y cariñosísima ovación de restallantes palmas cuando, momentos antes de iniciarse la corrida concurso de la tarde, salieron a saludar al ruedo, varios de ellos con lágrimas en los ojos. Las lágrimas también habían aflorado en. las mejillas de varios de estos, oficiantes de la liturgia taurina por la mañana cuando en un paseillo de gran tronio atravesaron el ruedo, feamente cubierto por una lona azul, y se dirigieron a la puerta. grande donde se descubrió un mosaico con los nombres de los 126 coletudos que salieron a hombros por ella: sólo dos al año de promedío. 92 de ellos viven aún. Allí y después de que. la banda de la plaza interpretara floridos pasodobles, Virgilio Cano, consejero de Cooperación, de quien dependen los asuntos taurinos, agradeció a los toreros su presencia "en nombre de la magnífica e inigualable afición de esta tierra". Gran, número de aficionados, también de varias gene raciones, acompañaron a sus héroes y se hartaron de pedirles autógrafos. Después se entregó a cada torero una artística reproducción en alabastro de la facha da principal del coso, en la que se encuentra la anhelada puerta grande. Los homenajeados coincidieron en la fundamental importancia que ha tenido y tendrá triunfar en el coso venteño. Lo resumía a la perfección Victoriano Valencia: "Abrir esta puerta grande es también abrir las páginas de la historia taurina y permanecer para siempre en ella".

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