España se exhibe ante Rusia

La selección española alcanzó ayer la semifinal del Mundial sub 20 con una goleada sobre Rusia (4- 1) que aumenta su condición de favorita para el título y un delantero, el realista Joseba Exteberria, lanzado ha cia el trofeo de máximo golea dor tras marcar tres tantos. El juego de España es casi lo único que no está bajo sospecha en un torneo marcado por los intentos de soborno. Los jugadores españoles saben que son superiores a sus rivales y en cada encuentro dedican los primeros 15 minutos a dejarlo claro.Ayer sólo quedaba un res quicio de duda sobre su res puesta a la nueva situación, en la que no se permiten las indecisiones pero Raúl González se encargó de taparlo en tres minutos, los que necesitó para marcar el primer tanto en el primer disparo a puerta.

A partir de ahí, la selección española volvió al espíritu de la primera fase: el marcador a favor y la iniciativa en el juego, con Iván de La Peña ganando acciones . para 1 ser el mejor jugador del torneo. Rusia quedó destapada en un cuarto de hora. Mostró que no es el equipo que puso en apuros a Brasil y que, cuando no debe defenderse, se acerca en demasía al que sufrió para empatar ante Qatar.

España, además, no le dio. tiempo ni a reaccionar, gracias al estado de, gracia de Joseba Etxeberria. El delantero de la Real Sociedad, suplente al comienzo del torneo, marcó su quinto gol del campeonato en un impresionante disparo a la escuadra y, en el minuto 21, aprovechó un gran centro de De La Peña sentenciar el partido.

Desde ese momento, como casi siempre, España jugó a divertirse y, también como de costumbre, lo consiguió a costa de acumular ocasiones fallidas (un disparo al larguero de Toni Velamazán, dos contra el meta de Raúl) o de ampliar la ventaja (de nuevo, Joseba Etxeberria).

Es en esos instantes cuando la selección española también sufre bajones en su juego, ofrece alguna laguna defensiva y empana un poco una actuación impoluta.

Ayer, pareció que de nuevo iba a ocurrir cuando Luis Cuartero cometió un penalti, ejecutado por Lipko. Pero la selección rusa estaba ya demasiado desmotivada para aprovechar la situación en busca de una salida airosa del campeonato.