Cantona la estrella redimida
El polémico delantero del Manchester United inició ayer el cumplimiento de su condena entrenando a una docena de niños
, Los niños estaban emocionados y los periodistas acechantes a la entrada del campo de entrenamiento del Manchester United, conocido como The Cliff (el acantilado). No era para menos porque ayer la estrella del Manchester, el rebelde delantero francés, Eric Cantona, de 28 años, iniciaba las 120 horas de trabajo social de entrenamiento con niños que deberá cumplir para saldar una pequeña cuenta con la sociedad: la contraída al patear al hincha del Crystal Palace Matthiew Simmons durante un encuentro de fútbol celebrado en la capital británica el pasado, mes de enero.Una docena de chavales, entre los nueve y los once años, disfrutaron ayer de un entrenador de excepción, gracias a la benevolencia de un juez británico que decidió conmutar la pena inicial dedos semanas de cárcel por la aparentemente más liviana del trabajo social. A lo largo de sucesivas jornadas, Cantona irá completando con otros grupos de doce chavales su pena judicial ídolo de multitudes, especialmente en Manchester, los niños le esperaban sin poder contener su excitación.
Críticas al jugador
Sin embargo, el delantero francés no goza de excesivas simpatías entre los aficionados al fútbol en el Reino Unido. Su fama -bien ganada por otra parte- de jugador problemático y rebelde, se vio agrandada espectacularmente gracias al incidente con Simmons en el que, por cierto, el hincha del Crystal Palace fue encontrado inocente de la acusación de presunta agresión verbal al jugador. El juez, quizás con alguna dosis de voluntarismo, le creyó cuando Simmons explicó que se había limitado a gritar "Cantona, lárgate, vete a la ducha", sin aludir en ningún momento a la madre del jugador.
A raíz de ese episodio desastroso, la buena estrella de Cantona ha decaído notablemente. Ha tenido que desembolsar millones de pesetas en multas impuestas por su club y por la Asociación de Fútbol inglesa, no podrá jugar hasta la próxima temporada e, incluso, aunque esto último acaso no esté relacionado con el incidente ha tenido que cambiar de casa a toda prisa urgido por el dueño del chalé que ocupaba con su mujer y su hijo.
Mientras parte de la opinión pública británica ha criticado la levedad de la sentencia final, otros piensan que 120 horas de entrenamiento con chavales durante los cuales, es de suponer, Cantona deberá exhibir sus mejores modales, pueden resultar un castigo de insospechada dureda. Es de esperar que el jugador del Manchester United limite sus enseñanzas al fútbol y deje las artes márciales para audiencias más curtidas.
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