200 griegos se enfrentan en Barcelona

Unos 200 seguidores del Panathinaikos y del Olympiakos se enzarzaron en una pelea ayer en el aeropuerto de Barcelona, donde coincidieron en su viaje hasta Zaragoza para asistir a la final four y en la que deben enfrentarse. Los aficionados de ambos equipos griegos, considerados como de los más peligrosos del baloncesto continental, coincidieron en la recogida de equipajes de la terminal B del aeropuerto de El Prat de Llobregat.

Los hinchas griegos comenzaron con insultos, luego llegaron a las manos y comenzó una pelea multitudinaria que fue frenada por la policía. A consecuencia de los enfrentamientos, uno de los aficionados resultó herido y tuvo que ser atendido en los servicios sanitarios del aeropuerto, aunque no se presentó ninguna denuncia, ni se practicaron detenciones. En el transcurso de la pelea, varias papeleras y jardineras de la terminal B del aeropuerto barcelonés fueron volcadas. Tradicionalmente, los seguidores de ambos equipos han protagonizado graves incidentes de orden público debido a la histórica rivalidad existente.En Zaragoza hay lleno. Las plazas hoteleras están al completo y las entradas agotadas. El Madrid contará con la hinchada más numerosa, 2.000 personas, y el Limoges con la menos cuantiosa, apenas 1.200. La preocupación de la policía está en controlar a los seguidores de Panathinaikos y Olympiakos. La organización ha vendido paquetes de 1.600 entradas a cada uno de los dos equipos, si bien la policía estima, por las informaciones facilitadas desde Grecia, que al menos otros 600 han viajado sin billete. El operativo desplegado en Zaragoza es el mismo que el utilizado en la visita del Chelsea. Ochocientos agentes de la Policía Nacional, un centenar de guardias civiles y 150 policías locales han sido destinados específicamente para garantizar la seguridad desde el mediodía de ayer hasta la madrugada del viernes.

La preocupación policial, sin embargo, no está en lo que suceda en el recinto deportivo, sino en las calles. 600 griegos llegan sin entrada y se encontrarán con problemas de alojamiento. Antonio López, gerente de la asociación de hoteles, confirmó ayer a EL PAÍS que "hasta el jueves, las 6.000 plazas hoteleras con que cuenta la capital están reservadas".