El Celta quiere aprovechar ante el Valencia el tirón de su último triunfo

El Celta quiere aprovechar el tirón de su victoria en el Manzanares, que ha logrado calmar el nerviosismo que se respiraba en Vigo. La directiva del club gallego espera ahora que la afición responda llenando el estadio esta tarde frente al Valencia. Para ello ha puesto precios de saldo: 1.000 pesetas la entrada más barata y 4.000 la más cara. "El público tiene que jugar un papel muy importante", sostiene el entrenador, Carlos Aimar.

En el fútbol cualquier verdad absoluta no dura más de una semana. Hasta el pasado domingo la afición viguesa vivía con ansiedad y desesperación el declive de su equipo. La victoria frente al Atlético de Madrid ha devuelto de golpe, la credibilidad al conjunto de Aimar.

El técnico argentino no quiere que se levante el pie del acelerador porque insiste en que hasta el término de la liga "todos los partidos son como finales" en la lucha de los vigueses por eludir el descenso. "Hay que tener confianza, pero sin caer en el relajamiento", indica Aimar. Para ganar al Valencia el entrenador pide a sus futbolistas que hagan "lo posible y lo imposible".

Mientras, Carlos Parreira, técnico del Valencia, se acordó ayer de que su equipo disputa esta tarde un partido ante el Celta. Nadie lo había nombrado durante la semana. La temporada próxima ha entrado irremediablemente en escena. Lo que resta es un mero trámite y, en todo caso, una preparación para las semifinales de la Copa del Rey.

Precisamente el hombre de la semana, el montenegrino Pedja Mijatovic, que gracias, entre otros al interés del Real Madrid, ha pasado de cobrar unos 50 millones por temporada a superar los 100 millones no estará en Vigo, aquejado de una lesión muscular.

Tampoco jugarán Salenko ni Gálvez, convalecientes de sendas lesiones, lo que abre las puertas a Eloy, quien sabe que el club no cuenta con él para la próxima Liga. Lubo Penev será su acompañante en ataque. La enfermería la completa el brasileño Mazinho.