La peseta sigue apreciándose pese a la nueva caída del dólar

La peseta demostró ayer su creciente autonomía con respecto a la debilidad del dólar. La divisa española cerró en tomo a 91,25 pesetas por cada marco (91,47 el día anterior), estando en algún momento por debajo incluso de 91. El dólar, sin embargo, se depreció hasta un nuevo mínimo histórico de 85,10 yenes en Tokio y sólo gracias al apoyo que, como cada día, le presta el Banco de Japón logró cerrar a 85,40 en Europa. Frente a la moneda alemana, concluyó la jornada a 1,3750 marcos (1,3812 el miércoles), aunque había caído hasta cerca de 1,3600. De nada parecen haber servido las intervenciones en su apoyo que anteayer hicieron de forma coordinada los bancos centrales de Estados Unidos, Alemania y Japón.El mejor aguante de la peseta no se debió a ninguna noticia en concreto, explicaron los analistas, que creen que se está produciendo un cierto cambio de sentimiento en el mercado después de las fuertes caídas de las últimas semanas. La firmeza de la peseta impulsó las compras en el mercado secundario de deuda, donde la rentabilidad del bono a 10 años ha logrado situarse por debajo del 12% -11,98%-, lo que ha permitido reducir el diferencial con el bono equivalente alemán -que refleja la prima de riesgo que se le exige a España- a 4,94 puntos porcentuales (5,10 anteayer).

La moneda española fue la que mejor se comportó de todas las europeas, que también se han desligado temporalmente de la suerte del dólar. El Banco de Francia, animado por la firmeza del franco, se permitió reducir 0,25 puntos, hasta el 7,75%, su tipo de interés a un día (que fija el tope para el mercado interbancario), la misma tasa que elevó en dos puntos el pasado 8 de marzo para frenar la caída de su moneda. También Dinamarca y Bélgica aprovecharon la mayor tranquilidad para reducir sus intereses.