Un hombre denuncia al Parque de Atracciones tras romperse el esternón en la montaña rusa Jet Star

Un disgusto entre emociones. El Jet Star, la montaña rusa más espectacular del Parque de Atracciones de Madrid, de nuevo escenario de un susto con secuelas físicas. El pasado 12 de marzo, los coches se frenaron en seco en el circuito. Eran las nueve de la noche. Tomas Palomo, fotógrafo de 33 años, ocupaba el asiento delantero de una de las vagonetas. Cuando se detuvieron, su pecho chocó violentamente contra la barra de sujeción. El golpe le ocasionó un fractura en el esternón y varias magulladuras. Tres semanas después todavía está convaleciente, de baja laboral y tiene dificultades para moverse.

El hombre accidentado ha denunciado los hechos en la comisaría. Su abogado exige dos millones de pesetas al Parque de Atracciones. También ha denunciado al Parque de Atracciones Victoriano Campos, de 21 años, que acompañaba a Tomás Palomo y sufrió contusiones en la rodilla izquierda.

"Salí en camilla"

"Entré a divertirme y salí en una camilla. Llevó 21 días de baja, y los que me quedan", se lamenta Tomás. Después del accidente, fue atendido en la enfermería del parque. Debido a la gravedad de las heridas, una ambulancia le trasladó al hospital Clínico. En el centro permaneció toda la noche en observación. Al día siguiente recibió el alta. A su casa se fue con fractura y contusión torácica y contusión de rodilla.

Tomás está ahora indignado. Sobre todo por la desidia de la dirección del parque tras un accidente tan serio. "Nadie me llamó. No se interesaron por mí. Me dejaron en el hospital, y adiós". "Cuando alguien paga su entrada y monta en esas máquinas se le debe garantizar la seguridad", añade el afectado.

Antonio Castellanos, director del parque, asegura que el accidente se produjo por un corté de fluido eléctrico en la instalación. "Se fue la luz. Y todas los coches se pararon". "Tengo que decir que estoy orgulloso porque en un momento de falta de fluido el sistema de seguridad fue exquisito", añade. La versión de Tomás es distinta. "Mi abogado ha consultado a Unión Fenosa y nos han dicho que no hubo apagón. Creemos que pasó otra cosa".

El director del parque indica que es inevitable el golpe cuando hay una frenada. "De las vagonetas nadie puede salir despedido. Lo que es imprevisible es que se pueda producir una frenada. Es como un golpe en un coche". Sin embargo, Tomás considera que el Parque. de Atracciones debería extremar las medidas de seguridad en el coche para amortiguar cualquier golpe súbito.

El 10 de julio del año pasado, seis personas resultaron heridas al chocar dos vagonetas del Jet Star. El accidente se prodijo al griparse una de las ruedas de los 10 coches de la montaña rusa. En aquella ocasión, Antonio Castellanos señaló: "Esta avería es el primer fallo mecánico con herido que recuerda el parque en los últimos 10 años". Ayer dijo: "Los dos accidentes no tienen relación. En esta ocasión fue un asunto de la luz".

El director del recinto de la Casa de Campo considera desmesurada la indemnización de dos millones que solicita el abogado de Tomás, Miguel. El abogado justifica la cantidad por los trastornos laborales y físicos que acarrea el accidente al fotógrafo.