Renfe, condenada a pagar 3 millones por un resbalón en un andén de Atocha
Castaño Pinillos, vecino de Leganés, de 33 años, que sufrió una luxación del tobillo y fractura del tercio medio del peroné al resbalar en la estación de Atocha, será resarcido por Renfe con 3,3 millones de pesetas. Así lo dictó una sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 42 de Madrid, en la que el juez concluye que una zona del suelo de los andenes de Atocha es deslizante y ofrece dificultades para el tránsito de viajeros.En la resolución, el juez considera que existen elementos suficientes para señalar que Renfe creó un riesgo, en este caso, en el andén número 8 de Cercanías, y que existe una relación de causalidad entre ese riesgo y las lesiones sufridas por este viajero.
La sentencia fije dictada el pasado 27 de febrero, pero el accidente se remonta al 22 de octubre de 1992. Ese día, sobre las 7.15, José Luis Castaño, que trabaja en el Ayuntamiento de Leganés, se cayó en el mencionado andén cuando, iras apearse de un tren, se disponía a subir por las escaleras mecánicas. Como consecuencia del accidente sufrió una luxación del tobillo izquierdo y una fractura del tercio medio del peroné del mismo pie, lesiones que le mantuvieron incapacitado 200 días.
Circular con riesgo
La zona del accidente es una franja del andén especialmente reducida, un mínimo pasillo que queda entre el borde del apeadero y el cuerpo de las escaleras mecánicas -que están en mitad del andén- Según el informe pericial realizado a petición del juzgado por el arquitecto José Manuel Santa Cruz Chao, las escaleras mecánicas reducen la parte de tránsito a 1,80 metros. Además, como la banda de seguridad (la orilla del andén) no puede ser utilizada cuando el convoy retorna su marcha, el pasillo se reduce aún más. En el caso del andén número 8, la existencia de un poste! con una cámara de vídeo limita la zona de paso a menos de un metro.
El técnico asegura que en hora punta, como la del accidente, "no existe la posibilidad de circular sin cierto grado de riesgo".
Además, la sentencia reconoce que el origen de la caída estuvo en el suelo deslizante, que además estaba recién pulido en esas fechas. Se trata de baldosas de terrazo de color rosa, a las que se ha añadido un 25% de sílice para aumentar su resistencia al desgaste. Según el análisis encargado al Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), no tienen la suficiente resistencia al deslizamiento. En este sentido, el abogado de Castaño asegura que muchos compañeros le llamaron después de que el 16 de marzo la Reina sufriese una caída en la estación de Santa Justa, de Sevilla.
La caída de ese viajero no es la única que se ha producido en esos andenes. La relación aportada por la aseguradora Hércules Argentaria recoge 80 accidentes producidos entre agosto de 1992 y octubre de 1994.
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