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Entrevista:

"Madrid tiene, gran capacidad para reírse de sí mismo"

Hace falta reir en el teatro, así lo ve Gerardo Malla (Cuenca, 1937) que a partir del 8 de marzo es el hombre sin nombre, el protagonista junto a María Fernanda D'Ocón en Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?, el gran invento teatral de Adolfo Marsillach. Después de 15 años esta obra vuelve, al teatro con ciertos retoques' de actualización histórica, aunque la historia nos sigue contando en clave de humor cómo un chico conoce a metro, se casan y se dejan. Todo en tres meses de tiempo y resumidos en dos horas de función (con descanso). Gerardo Malla, además, con Pentación Espectáculos -en el que junto a él forman parte otros amigos como El Brujo, José Luis Alonso de Santos y Jesús Cimarro- produce la obra. La necesidad de risas les hace augurar el éxito.

Pregunta. Después de 15 años ¿qué otro público puede conocer la obra?

Respuesta. Todo aquel que ha crecido en estos años, que han sido vitales para la historia de nuestro país; también, claro ' el público que sienta nostalgia de la obra.

P. Pero Yo me bajo en la próxima, ¿y usted? se ha visto, además de en el teatro, también en el cine y la televisión.¿No le da miedo?

R. No, porque esta obra, ante todo, es un gran invento teatral y con todo mi respeto y admiración por los que la han defendido en otros medios, debo' decir que donde adquiere toda su brillantez es en el teatro.

P. ¿Vuelve la obra de Marsillach porque hace falta reirse en el teatro? R. Sin duda. Uno de los defectos del teatro es pañol es que no se habla de lo que nos ata ñe. El espejo no es tanto Hamlet sino lo que tenemos al lado. Tenemos que mirarnos más a nosotros mismos y reirnos, que es una práctica muy saludable.

P. ¿Y de qué se puede reir uno en Madrid ?

R. Bueno, siempre ha habido mucho humor en este rompeolas de España o zoco marroquí que es Madrid. Aquí hay defectos pero Madrid tiene gran capacidad para reirse de sí mismo. Creo que Barcelona se ríe menos de ella que Madrid, aunque éste es un discurso en el que los catalanes dirían que sí, que afortunadamente.

P. El metro ¿es buen sitio para ligar?

R. En mí no es una práctica habitual lo de ligar; utilizo el metro y lo que veo es gente con cara adusta. Ahora, en el metro no se liga, se duerme y se mira con desconfianza.

P. ¿Hará algo algún día, con su hijo Coque (Malla)?

R. Quiero dirigirle en una función de teatro. Me gustaría mucho encontrarme con él en escena.

Yo me bajo en la próxima, ¿y usted? Teatro de Bellas Artes, calle Marqués de Casa Riera, 2.

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