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Leeson, responsable de. la bancarrota del banco Barings, detenido en Francfort

Nick Leeson, de 28 años, el hombre que con sus negocios bursátiles provocó el hundimiento M banco británico Barings, fue detenido ayer por la mañana en el aeropuerto de Francfort: tras aterrizar en un avión de la Royal Brunei Airlines procedente de Bangkok. La policía alemana recibió la petición formal de extradición de las autoridades de Singapur, a requerimiento de los directivos de Barings, que acusan a Leeson de fraude por valor de 80 millones de dólares. Leeson fue conducido a prisión a última hora de la tarde.

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Salió Leeson del avión a los pasillos del aeropuerto con aire de buen chico, vestido. con camisa gris, pantalones vaqueros y una mochila al hombro. Este joven de aspecto inofensivo ha sido capaz de causar la quiebra multimillonaria de un banco. Una medía docena de policías le rodeaba y le seguía su joven esposa, Lisa, vestida en plan deportivo y también provista de mochila.La policía federal alemana de fronteras (BGS) se puso alerta a las 5.00 horas de ayer por la llamada de un periodista, que advirtió de la presencia del hombre más buscado en el avión que tenía anunciada su llegada a Francfort a las 6.23. Los policías esperaban en el pasillo del aeropuerto con ejemplares del Financial Times en la mano, que el día anterior había publicado la foto en primera página de Leeson. No cabía duda de que era él. Ni siquiera se había molestado en viajar con nombre falso.

La policía le retuvo sin mucha justificación en un primer momento, porque no había motivo suficiente. La Fiscalía de Francfort llegó a admitir en la mañana que, si no llegaba una orden internacional de captura, tendrían que ponerlo en libertad hoy mismo, porque sólo se disponía de una orden nacional de detención, que en Alemania carecía de validez. La orden de captura y petición de extradición, por fraude y falsificación en documento, llegó de Singapur a la Oficina Federal de lo Criminal en Wiesbaden (BKA) en el transcurso del día. Un portavoz de la Fiscalía calificó la orden de captura como "algo floja", pero se esperaba la llegada de funcionarios de Singapur con más documentación.

El jefe de la policía de fronteras del aeropuerto de Francfort, Klaus Severin, declaró que el comportamiento de Leeson al ser detenido fue "absolutamente normal". La policía declaró que Leeson deseaba viajar al Reino Unido, aunque no tenía billete. Tras la petición de extradición, la Audiencia de Francfort ordenó la prisión de Leeson en espera de la decisión sobre la extradición, que se puede demorar varias semanas. Leeson comparecerá hoy ante el juez.

La Audiencia de Francfort deberá examinar si procede o no conceder la extradición, aunque al final la decisión corresponderá al Gobierno federal de Bonn. En Francfort ya sufrió este procedimiento hace unos, 10 años el financiero español José Maria Ruiz Mateos, quien fue extraditado a España a pesar de los esfuerzos de sus abogados por impedirlo.

Pero en el caso Barings, hay muchas ecuaciones que despejar. Ayer mismo, Financial Times informaba de la existencia de un abultado trasiego de dinero en metálico entre Londres y Singapur autorizado por los directivos de Barings, y con destino a enjugar los márgenes de pérdidas dejados por la escalada especulativa del broker. Entre enero y la semana pasada, Barings recibió, al parecer, unos 538 millones de dólares de diferentes entidades bancarias de la propia city y de Japón, con destino a taponar los agujeros que iba abriendo la pérdida de valor de los contratos de futuros sobre el índice Nikkei 225. La evidencia cada vez más abrumadora en la city es que los directivos de Barings debían estar al tanto de los riesgos que estaba corriendo su empleado en el mercado de derivadosAbogado alemán

La detención del broker de 28 años permitirá ahora que la verdad del escándalo Barings salga a la luz. De momento, Leeson tiene asignado ya un abogado alemán, Hans-Hermann Eckert, que le acompañará hoy en su' comparecencia ante un magistrado de Francfort.

Su esposa, Lisa, empleada como él en las oficinas de Barings en Singapur, ha quedado en libertad. Una de las hipótesis de trabajo manejada por los analistas estos días es que ella podría haber colaborado estrechamente con su marido en todas las fallidas operaciones financieras, ya que su cargo en Barings no era otro que supervisar las diferentes actuaciones inversoras. También se especula con la posibilidad de que aparezcan otros implicados.

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