Presente sobre futuro

El futuro de la NBA reside en el Este. Su presente está en el Oeste. Ni siquiera la fuerza bruta y el manejo de balón de Shaquille O'Neal fue un antídoto frente a la experiencia y el juego acoplado del Oeste. El único resultado que estuvo en duda fue la votación del jugador más valioso.Mitch Richmond, escolta del Sacramento Kings y máximo anotador del partido de All-Stars, con 23 puntos, ganó por una diferencia mínima (54), superando a Gary Payton, el armador espectacular de George Kar y el Seattle Supersonics. O'Neal, quien sumó 22 puntos, incluyendo una canasta donde botó el balón, de un lado al otro, también recibió un voto, mientras que Hakeem Olajuwori, el. pívot del actual campeón de la NBA, Houston Rockets, consiguió el último. Por lo visto, sólo se podía votar a uno por equipo. La fiesta fue totalmente de los chicos de Karl: Payton, el alero Shawn Kemp y el alero alemán Detlef Schrempf.

Este año, Karl ha evitado las controversias. Los Supersonics tienen el segundo mejor registro de la Liga (33 victorias frente a 12 derrotas) y se han establecido como uno de los favoritos para el título. Supersonics fue el único club con tres jugadores en el partido de All-Stars y fueron ellos mismos quienes impusieron la pauta y decidieron la victoria. Kemp consiguió 13 de sus 15 puntos en el primer tiempo. Payton sumó 15 asistencias, nueve de ellas en el segundo tiempo cuando la Conferencia del Oeste anotó 41 puntos y puso el marcador parcial en 72-56. Schrempf, un jugador que hace un poco de todo, consiguió nueve puntos, cinco asistencias y cuatro rebotes, demostrando una vez más que puede ser el mejor jugador de la Liga con la menor cantidad de reconocimiento.