Chasco de Teresa Nevado al entregar el manifiesto de las mujeres de IU

Un chasco. Eso es lo que ayer se llevó Teresa Nevado, candidata dimisionaria de las listas de IU a las elecciones autonómicas de mayo. La diputada madrileña, de la corriente Nueva Izquierda, había acudido a la sede regional de la coalición, en la plaza de Tirso de Molina, con el propósito de hacer entrega al responsable de IU de Madrid, Ángel Pérez, de un manifiesto rubricado por 139 mujeres.Las firmantes se solidarizaban con Teresa y otras dos candidatas de Izquierda Unida, Susana López y Maite Martínez. Las tres decidieron la semana pasada apearse de las listas por considerar insuficiente la presencia de mujeres en las candidaturas para los próximos comicios. Pero nadie salió ayer a recibir a Teresa. Dejó el manifiesto en la secretaría y se marchó, eso sí, contrariada.

También Ángel Pérez, responsable regional de IU, y miembro de la corriente mayoritaria, se había visto contrariado días atrás. Primero había pugnado, junto a dirigentes de las otras tres tendencias de Izquierda Unida, por consensuar unas candidaturas que satisficieran a todas ellas. Cada una de las corrientes, en principio, proveería su cuota respectiva de mujeres y de puestos. Pero luego, para su sorpresa, contempló cómo el asunto se descontrolaba las tendencias rompían el consenso y tres mujeres de distintas corrientes invocaban subrepresentación femenina y dimitían. Todo ello causó para el conjunto de la coalición que Ángel Pérez encabeza un considerable embrollo político en la crucial fase preelectoral.

Estaba reunido

Por eso, presumiblemente, al llegar ayer Teresa Nevado a la sede de IU, Ángel Pérez prefirió continuar reunido con la presidencia ejecutiva de Izquierda Unida de Madrid, para tratar cuestiones aún abiertas (Cañada Real, campaña electoral de mayo, planes de trabajo de las secretarías ejecutivas...). Luis Cabo, portavoz madrileño de IU, considera zanjada la cuestión de la cuota de mujeres en las listas, al igual que el propio Ángel Pérez. La fórmulá, a juicio suyo, parece simple: las tres mujeres dimisionarias, de dos corrientes distintas, serán sustituidas por otras tantas mujeres de sus mismas tendencias.

No mostró igual opinión Nevado: "En las bases se está produciendo un gran desconcierto, ya que las listas electorales que se les ha dado para ratificar son las originales, las mismas que incluían los nombres de las tres que dimitimos". Y se pronuncia por "paralizar la ratificación mientras esto no se aclare".

Luis Cabo, por su parte, no está por la labor: "La gente ya sabe quiénes dimitieron y por qué. No es cuestión de continuar este asunto. Cada tendencia propondrá sus candidatas, según las cuotas, y las sustituirá. Ya vale".

Para las dimisionarias no vale. De su actitud cabe deducir que seguirán insistiendo. Lo mismo que la dirección regional de IU en sus argumentos. Pese a los chascos de todas y de todos.