Muster envía a España a la fase de permanencia
El austriaco vence a Bruguera y sigue imbatido en su país
El equipo español de Copa Davis sigue hablando de las posibilidades de ganar esta competición Pero en los tres años que Juar Bautista Avendaño lleva como capitán, España ha perdido dos veces en la primera ronda y otra vez en la segunda. Ayer, Thomas Muster, octavo en la clasifica ción mundial, superó a Sergi Bruguera, cuarto, por 6-4, 7-5, 6-3, en 2 horas y 10 minutos, y situó a España en la permanencia Austria ganó por cuatro victorias a una y jugará los cuartos de final ante Suecia o Dinamarca. España luchará por seguir en el grupo mundial el próximo mes de septiembre. Su rival aún no se conoce.Ganar a Muster en Austria se ha convertido en una auténtica odisea. Bruguera fue ayer el último gran jugador que fracasó en el intento. Antes que él habían sucumbido Andre Agassi, Michael Chang, Michael Stich, Mark Goellner y Pat Cash. Muster ha ganado los 23 encuentros de Copa Davis que ha disputado en su país. Y ha cedido solamente ocho mangas para lograrlo.
Factor ambiental
No es que Muster sea un tenista imbatible. Ni mucho menos. En calidad, Bruguera le supera con creces. Sin embargo, su inconsciencia le lleva a ignorar absolutamente a su rival, y el público se convierte en un aliado imprescindible y muy molesto para el adversario.
Thomas sale como un toro desbocado que sólo ve el capote y se lanza contra él sin pensar en otra cosa. Ni siquiera se plantea si su rival es mejor o peor, si puede cambiar el ritmo de juego o si es incapaz de hacerlo, su única preocupación es pegar lo más fuerte posible a la bola, mantener un buen tono físico y acabar ganando.
No hay más táctica ni más estrategia. Y esas premisas fueron las que aplicó de nuevo para ganar a Bruguera. Sergi mantuvo la calma hasta el final, a pesar de que el público pudo crisparle los nervios en varias ocasiones. En el primer punto ya le aplaudió a rabiar su primer error. Más adelante, un espectador chilló tan fuerte como pudo cuando la bola ya volaba para realizar un servicio. Y constantemente los 6.000 aficionados que ayer llenaron el estadio Dusika silbaron abiertamente las decisiones arbitrales que no les favorecían.
No fue una encerrona, pero quedó muy claro que para ganar a Muster en Austria hay que imponerse también a muchas otras cosas. Jugar bien no es suficiente. Hace falta una mantalidad similar al menos a la de Muster y una fuerza psicológica superior a la habitual. Si no, es imposible.
Esos elementos le faltaron a Bruguera. Tenísticamente, sólo puede reprochársele que no arriesgara más. Y aun sin profundizar mucho encontraría mil argumentos para justificarse. "Intenté atacarle en la red, pero él jugó siempre con mucho peso y me superó en casi todas mis subidas", dijo Sergi. "Quise romperle el ritmo, pero se cubrió siempre muy bien. Y nuestro tipo de juego tampoco es el de sacar y subir".
Sergi lo intentó todo. Pero topó con una roca inamovible. Su camino, y con él el de España, estaba cerrado. Muster sacó de una forma increíble, se movió muy bien, logró golpes ganadores en los momentos difíciles y en todo el partido afrontó sólo una bola de break, que perdió. Bruguera, en cambio, cedió su saque cinco veces. Y sólo en una ocasión llegó a dominar una manga. Fue en el segundo set, cuando se colocó con 5-4. Pero en los cinco juegos siguientes Bruguera ganó sólo un punto, por 16 de Muster. Ahí acabó el encuentro. Lo demás sobró. Incluso el último partido, que Carlos Costa perdió por 6-3, 6-4 ante Alex Antonitsch, sustituto del lesionado Gilbert Schaller.
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