"A mi marido lo ha matado"
La esposa del hombre que ha quedado paralítico tras un choque pide la cárcel para el conductor ebrio que le embistió
'Un niñato que si ha matado a una persona y ha herido a otra no puede estar en la calle". María del Carmen Pando, de 37 años, es la esposa de Tomás Expósito, el camarero de San Fernando de Henares (28.000 habitantes) que el sábado quedó parapléjico en un accidente de circulación en Coslada (80.000 habitantes). Tomás fue embestido por un Peugeot 106 que conducía ebrio Mario M. T., de 19 años. Ana Belén Expósito, de 18 años, acompañaba en el coche a su padre, de 38 años, cuando se produjo el choque brutal, y sufrió heridas leves. María del Carmen, la madre, quiere que Mario pague el accidente con la cárcel."No confío en la justicia, para nada. Cómo puede estar una persona que ha matado a un hombre, porque a mi marido lo ha matado, y ha herido a otra en libertad. Tendría que estar en la cárcel. No pararé hasta que se haga justicia", prosigue María del Carmen Pando.
Es una mujer fuerte de apariencia. Y de carácter. Desde el sábado, su marido se encuentra en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital de la Princesa. Ella sabe que Tomás Expósito tiene las piernas paralizadas. De momento, no podrá volver su casa de San Fernando de Henares. Su próximo destino será el hospital de parapléjicos de Toledo.
"No puedo desmoronarme. Nos ha dejado en la ruina, pero si yo me hundo...", musitaba ayer María del Carmen Pando. Mira de frente. A veces se le humedecen los ojos. Pero no pierde la compostura. Ya se lo ha comunicado a sus dos hijos: un chico de 15 años y Ana Belén, quien el pasado domingo celebró su 180 cumpleaños sin poder moverse a causa de las magulladuras y las heridas causadas en el accidente. "Mi hija ha vuelto a nacer. Está traumatizada, la vida nos va a cambiar a todos..." se lamentaba la madre.
En la madrugada del sábado día 28, la vida de la familia Expósito Pando cambió. Minutos antes de las dos de la madrugada, Tomás Expósito salió de su domicilio en San Fernando de Henares para recoger a su hija Ana Belén, que a esa hora finalizaba su trabajo en una hamburguesería del centro comercial Las Ramblas, en Coslada. Tomás conducía su Renault Clio blanco por la calle de Honduras. Al llegar a la intersección con el número 5 de la avenida de Vicálvaro, respetó un stop. Había unos 80 metros de visibilidad y Tomás Expósito no observó coche alguno. Salió confiado a la avenida de Vicálvaro. En unos segundos fue embestido por un Peugeot 106, conducido por Marcos M. J. , cuyo carné de conducir fue expedido hace tres meses y que iba a acompañado por Pedro Antonio M. S., de 20 años. Ambos jóvenes die ron positivo en la prueba de alcoholemia. Según el informe de la Policía Local de Coslada, los análisis de Marcos M. J. revelaron 0,78 miligramos de alcohol por litro de aire expirado. Esta cantidad equivale a unos dos litros y me dio de cerveza, bebida que ingirió esa noche, según la declaración del joven a la policía. El límite permitido para no infringir las normas y cometer delito es 0,40 miligramos.
La madre de Marcos M. J. explicó a este periódico que su hijo no iba tan borracho. "Si nosotros llegamos a ver que iba así no le habríamos dado las llaves del coche".
"Ahora apenas habla, está muy afectado por el accidente", continuó la madre. "No nos ha contado ningún detalle. Dice que iba por esa calle y que de repente se encontró con el otro coche. Tras el choque, intentó reanimar a su amigo. Hoy mi hijo ha ido a la panificadora de Torrejón a trabajar. Saldrá muy tarde".
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